El sondeo de la encuestadora Datafolha mostró que el apoyo de los votantes a Rousseff cayó a un 46 por ciento, desde el 49 por ciento de la semana pasada. Eso le permitiría obtener un 51 por ciento de los votos válidos, tras descartar los blancos y nulos, cantidad apenas por encima del porcentaje que necesita para ganar las elecciones en primera ronda el 3 de octubre.
La encuesta fue la señal más clara, hasta el momento, de que las acusaciones de corrupción que provocaron la renuncia de la sucesora de Rousseff como jefa de Gabinete del presidente Luiz Inácio Lula da Silva están afectando la amplia ventaja de la oficialista y aumentando las posibilidades de un balotaje el 31 de octubre.
"Aumenta la posibilidad de una segunda ronda", dijo David Fleischer, profesor de política de la Universidad de Brasilia. "Depende de la forma en que la televisión se concentre en escándalos durante el resto de la semana", agregó.
El principal candidato de la oposición, Jose Serra, del centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), no se benefició directamente de los que dejaron de apoyar a Rousseff, aunque competiría en el balotaje del 31 de octubre si la candidata del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) no obtiene una mayoría absoluta el domingo.
Serra recibió un apoyo del 28 por ciento, sin cambios desde el último sondeo.
El movimiento de votantes sí impulsó a la candidata del Partido Verde (PV) y ex ministra de Medioambiente, Marina Silva, quien obtuvo un 16 por ciento de las preferencias, comparado con un 14 por ciento en un sondeo previo.
Rousseff, una funcionaria pública de carrera que a los 62 años se presenta por primera vez a un cargo de elección popular, se ha beneficiado de la enorme popularidad de su mentor y de una bonanza en la mayor economía de Latinoamérica, lo que le ha dado una amplia ventaja en todos los últimos sondeos de intención de voto.
Está previsto que Rousseff continúe con las políticas de mercado de Lula. Ella ha desestimado la necesidad de grandes reformas estructurales que muchos economistas dicen que Brasil necesita para mantener el fuerte crecimiento registrado en años recientes.
La encuesta publicada el martes fue la primera en más de un mes que muestra una real posibilidad de que las elecciones puedan extenderse a una segunda ronda, que se espera que Rousseff gane fácilmente, a menos que salga a la luz algún gran escándalo que potencialmente podría voltear el curso de los comicios en su contra.
El sondeo de Datafolha mostró que en un eventual balotaje, Rousseff, que superó un linfoma en el 2009, obtendría un 52 por ciento de los votos, contra un 39 por ciento de Serra, quien postuló a la presidencia en el 2002 y perdió ante Lula.
ESCANDALOS
La renuncia de Erenice Guerra, ex asesora de Rousseff, por acusaciones de haber estado involucrada en un caso de soborno, tuvo lugar después de otro escándalo ético por el supuesto acceso ilegal de miembros del Partido de los Trabajadores a registros bancarios privados.
Ambos casos recibieron una intensa cobertura periodística, alejando aparentemente de Rousseff a algunos votantes de mayores ingresos y aumentando las esperanzas de Serra de disputar una segunda ronda.
La consultoría Eurasia Group redujo las posibilidades de Rousseff de ganar en la primera ronda a un 55 por ciento desde un 60 por ciento, calificando la tendencia como "preocupante" para la candidata dado que parece que está perdiendo votos de electores de menores ingresos.
Sin embargo, remarcó que el sondeo de Datafolha debe ser tratado con cautela, dado que a menudo le han atribuido a la candidata oficialista menos apoyo que otras encuestadoras.
"Datafolha podría estar exagerando la caída debido a su inclinación por sobrerrepresentar ligeramente a votantes que tienden a ser más informados o educados", dijo Eurasia en un informe.
Dos nuevos sondeos que serán divulgados el miércoles darán una visión más completa sobre la tendencia.
Rousseff, que en caso de ser elegida será la primera mujer presidenta de Brasil, puede contar con un enorme apoyo entre las áreas más pobres del norte del país, donde millones de personas se han beneficiado por los programas de bienestar social de Lula.
La candidata también ha aumentado su aceptación entre las más ricas regiones del sur del país, donde tradicionalmente es más fuerte la oposición.
La obtención de una victoria en primera ronda reforzaría el mandato de Rousseff y superaría a los de Lula, cuyos dos triunfos consecutivos en la carrera presidencial tuvieron lugar sólo en segunda ronda.
También le daría más tiempo de preparar su Gobierno y escoger a sus ministros antes de la ceremonia inaugural del nuevo mandato en Brasilia, el 1 de enero.
Datafolha consultó a 3.180 personas el 17 de septiembre en 202 ciudades y el sondeo tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales.
(Editado en español por Silene Ramírez)
Parecia que la tenía facil la señora pero ahora parece que se le viene la noche a ultimo momento.
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