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jueves, 3 de abril de 2014

Obispos alertan al Gobierno que crisis no se resuelve con fuerza

Achacaron protestas a intentos por imponer un modelo "totalitario"

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El cardenal Jorge Urosa acompañó al presidente de la CEV, monseñor Diego Padrón, a la hora de leer el comunicado de la CEV EFE

Ni las bombas lacrimógenas ni los perdigones solucionarán la crisis que enfrenta el país luego de siete semanas de protestas y disturbios. Así se lo advirtió la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) al Gobierno, la cual le atribuyó la responsabilidad "fundamental" de la situación, por su intentar poner en marcha el "Plan de la Patria", "detrás del cual se esconde (...) un sistema de Gobierno de corte totalitario".

"El Gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza. La represión no es el camino", afirmaron los prelados en el documento "Responsables de la paz y el destino democrático de Venezuela" que ayer leyó el presidente de la CEV, monseñor Diego Padrón.

Tras recordar que pese a la actuación, en no pocas ocasiones excesiva de policías y militares, las acciones de calle siguen, los prelados aseveraron que la salida a esta coyuntura pasa por un "diálogo sincero del Gobierno con todos los sectores del país".

Acto seguido, precisaron qué consideran es un diálogo sincero: "Con una agenda previa y condiciones de igualdad, y con gestos concretos, evaluables en el tiempo, como señales de la necesaria rectificación".

Asimismo saludaron la disposición de la Santa Sede de ayudar a este proceso, pero luego en la rueda de prensa el Presidente de la CEV aclaró que para que ello se materialice es "necesaria la solicitud formal de mediación hecha por el Gobierno y también la oposición".

Más que justificadas

Para los prelados el desabastecimiento de alimentos, la inseguridad y la inflación son motivos más que suficientes para protestar, el cual recordaron es un "legítimo derecho"; y, por ello, demandaron de las autoridades que lo respeten.

Aunque reconocieron que no todas las manifestaciones de las últimas semanas han sido pacíficas y que es difícil determinar sus causas, los obispos denunciaron que "muchas acciones delictivas son originadas por personas o grupos infiltrados con el objeto de tergiversar o desacreditar las protestas y provocar su condena".

Tras condenar las barricadas y el ataque a personas e instituciones, los obispos volvieron a exigirle al Gobierno que desarme a los grupos civiles.

"Su actuación coordinada, siguiendo unos patrones determinados, demuestra que no se trata de grupos aislados o espontáneos, sino entrenados para intervenir violentamente. En muchos casos han actuado impunemente bajo la mirada indiferente de las fuerzas del orden público, por lo cual la actuación de éstas ha quedado seriamente cuestionada", advirtieron Padrón, el cardenal Jorge Urosa y los monseñores José Luis Azuaje, Mario Moronta y Jesús González de Zárate, en el comunicado.

Los obispos condenaron por igual la muerte de funcionarios públicos, así como los abusos que han sufrido manifestantes y los procesos judiciales contra alcaldes y diputados opositores, pues a su juicio agrava la situación. Y, por último, rechazaron las restricciones impuestas a los medios, por considerar que atentan contra la "posibilidad de que se conozca la verdad de los hechos y se sancione a los culpables".

Quito.-El ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, anunció que la comisión de cancilleres de la Unasur, que busca tender puentes de diálogo en Venezuela, visitará Caracas la próxima semana.

"Comisión de Cancilleres de Unasur volverá a Caracas la próxima semana para avanzar en diálogos de paz", escribió Patiño en su cuenta de Twitter sin ofrecer más detalles, dijo Efe.

Será la segunda vez que la comisión de la Unasur visitará la capital tras las reuniones que mantuvo a finales del mes pasado con distintos sectores de la sociedad venezolana, entre ellos con la Iglesia Católica.

El canciller uruguayo, Luis Almagro, dijo el martes que los ministros del grupo lograron generar "confianza mutua" entre el Gobierno de Venezuela y la oposición en busca de poner fin a las protestas violentas. Calificó de "muy positivos" los contactos realizados en Caracas entre el 25 y el 26 de marzo, en la cual participó, según sus declaraciones publicadas por la página digital de la Presidencia uruguaya. Destacó que la comisión "tuvo un trabajo muy arduo", se entrevistó "por lo menos" con una veintena de instituciones, con más de 100 personas y "logró acercamientos que eran fundamentales.