.

.

Translate

viernes, 29 de agosto de 2014

"Las captahuellas no harán aparecer los productos básicos"

"El Gobierno tiene el dinero, el Cencoex y la capacidad de buscar proveedores. Todos los elementos para que asuma el costo"

imageRotate
Rodríguez afirma que en el país la reventa de productos básicos se ha convertido en un modelo de vida ADOLFO ACOSTA


El sistema biométrico para la compra de alimentos genera más dudas que certezas. En los próximos 90 días, el Gobierno y el sector privado deberán afinar este esquema que regirá el consumo de la población. Luis Rodríguez, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (ANSA), sostiene que se suman al proyecto con la intención de buscar una solución a las mafias que desde hace varios años se dedican a comprar y revender alimentos en el mercado informal. Es escéptico sobre los resultados.

-¿Por qué es necesario instalar el sistema biométrico?

-Tenemos una lucha frontal en contra de los revendedores que han conseguido un negocio rentable en los productos básicos. En los últimos años hemos tratado de buscar métodos para eliminarlos. Hemos probado distintas estrategias: condicionando la venta, pidiendo el número de cédula, que la gente de seguridad identificara las mafias. Cualquier idea que veamos que pueda ayudar a que eso ocurra, es bienvenida. ¿Si la captahuella es la solución? No lo sabemos, pero la intención es ver en qué grado puede funcionar. En Maracaibo reportan resultados positivos, hay menos cola, los revendedores no quieren poner la huella, quizás funciona porque es la frontera.

- ¿Si cada ciudad tiene sus características, por qué plantean un sistema masivo?

-Eso es lo que estamos trabajando. Vamos a comenzar por etapas, arrancando en las zonas fronterizas. Hay dos problemas que se solapan: en la ciudad están los buhoneros que revenden, y en la frontera los que venden fuera del país. Ese es el que más daño hace. El piloto arrancó en Maracaibo por los productos que sacaban hacia Colombia.

-¿Cómo va a funcionar el sistema biométrico en los supermercados?

-Ha habido varios planteamientos. Lo que está planteado ahorita es no controlar en la venta sino llevar un control de lo que las personas compran durante un lapso de 30 días, en 20 categorías. Pareciera que apuntamos a un servidor de Cantv, donde habrá una gran base de datos, que cada cierto tiempo emitirá un listado con las personas que más compran. Un ejemplo: si una persona en un mes compró 40 kilos de harina ellos la van a bloquear, porque si eres persona natural qué haces comprando 40 kilos de harina. Para poder desbloquearlo van a tener que justificar por qué. Si resulta que en su casa son varias personas o hacen empanadas para vender, el Gobierno dirá que está justificado, sino se podrá asumir que están entre los revendedores.

- ¿Qué pasa después de los 30 días?

- No sé. Verán si el comportamiento es adecuado o no. Si no está acorde no sé qué va a pasar, sólo sé que lo van a bloquear. Eso lo hace el Gobierno, no nosotros.



- El superintendente decía esta semana que puede ir la familia completa a comprar, porque no habrá límite en la venta por persona. ¿Eso no es lo mismo que ocurre ahorita, que van varias personas de la misma familia que compran y revenden?

- Esa es una inquietud. Si la intención del captahuellas es regular la venta, pero no habrá ninguna condición, y en una familia pueden ir todos a comprar, estamos más o menos igual. Eso lo iremos aclarando en los próximos 90 días.

-Una vez instalado el sistema, ¿cómo funcionan las captahuellas?

-Cada establecimiento tendrá entre una y dos máquinas. Lo primero es el registro donde meten los datos y las huellas dactilares: dos para registrar y una para verificar. La próxima vez que vaya a comprar sólo pone la huella y eso libera el número de la cédula en cualquier caja registradora, todo está interconectado por eso el proceso es corto. Si no vas a comprar ningún producto de las 23 categorías básicas, no tienes que poner la huella.

- ¿El sistema va a garantizar el abastecimiento?

- La captahuella no va a hacer aparecer los productos. Eso hay que decírselo a la gente, que no vayan a creer que en el momento en que pongan la captahuellas ya va a haber productos. Eso no va a ocurrir. De fondo hay un problema de precios regulados y de producción. Es importante que la gente entienda que el sistema biométrico no se está implementando para que haya más productos, sino para eliminar un flagelo que tenemos. Nosotros hacemos sondeos y la queja más frecuente en los últimos seis meses es que están obstinados de la cola, y reconocen que quienes hacen la cola no son los clientes naturales de esos comercios.

- ¿Creen que las captahuellas serán efectivas para reducir las colas?

- Eso es lo que queremos ver. La experiencia en Maracaibo es que de alguna manera se han reducido, no lo hemos hecho en otras ciudades. Al principio no fue sencillo. Hubo resistencia de los clientes. En Maracaibo no es en todos los comercios, no sé si por eso será manejable.

- ¿Cuáles son las expectativas que tienen con el sistema. Es posible instalarlo en los 90 días planteados?

- Si me dices que van a integrar 15 establecimientos en 90 días te puedo decir que es viable. Hay que hacer un desarrollo para interconectar, que no existe. Cada supermercado tiene una plataforma distinta. Hay que ver cómo interconectarlos todos, y eso lleva su tiempo. Es un proyecto muy ambicioso. A los maracuchos les llevó 10 meses para arrancar. Tenemos nuestras reservas con respecto a los tiempos.

- En las reuniones se ha planteado qué va a pasar con las bodegas y abastos. ¿Ahí también se instalarán las captahuellas?

- Tienen que haber. Si en algo hemos sido enfáticos es en que la única manera para que esto funcione es que sea masivo, porque si solo lo dejas en las cadenas, los buhoneros se van a dirigir a otro canal porque necesita seguir comprando para seguir vendiendo. En Venezuela tenemos 85 mil comercios que venden productos de primera necesidad, entonces habrá un mercado muy amplio donde van a acudir y si no lo haces masivo trasladas el problema de un lugar a otro, mueves la cola de los supermercados a los abastos, panaderías.

- ¿Pueden los supermercados asumir el costo de este sistema?

- Cuando plantearon el uso de captahuellas y que asumiéramos el costo fuimos escépticos. Por qué asumir el costo cuando tenemos un Ministerio de Ciencia al que aportamos desde hace años y no hemos tenido productos aprobados. Entonces este sistema es totalmente tecnológico. Hemos dicho que nos metemos en el proyecto, pero con la petición de que lo manejemos por la Locti. El Gobierno tiene el dinero, la capacidad de buscar proveedores afuera y el Cencoex, todos los elementos para que asuma el costo.

- ¿No cree que este sistema castiga al consumidor?

- La reventa se ha vuelto un modo de vida. Hay gente que en su tiempo libre se va a hacer la cola para revender esos productos. No diría que lesiona al consumidor. Debemos apostar a que volvamos a la normalidad.

- ¿Esta es una medida permanente?

- No, es coyuntural.

- El sistema biométrico es un sistema para racionar?

- No. Por lo que nos han dicho no van a racionar la venta, entonces no. El racionamiento ya lo tenemos.