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martes, 16 de septiembre de 2014

BCV incrementa la emisión de bonos para absorber liquidez


El financiamiento a Pdvsa dispara la cantidad de bolívares en la economía

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El Banco Central de Venezuela elevó en 156% la venta de bonos al sistema financiero nacional ARCHIVO

En un entorno donde la inflación de los primeros ocho meses del año es la más elevada desde 1997 el Banco Central intenta restarle potencia al incremento de los precios aumentando sus emisiones de bonos.

Al aumentar los bonos que vende a las torres financieras el Banco Central absorbe parte de los bolívares que están en la economía e impulsan la inflación, porque disparan la demanda hasta niveles que superan a la oferta.

En agosto el Banco Central le vendió al sistema financiero bonos por el orden de 35 mil 900 millones de bolívares, una magnitud que supera en 156% a los 14 mil millones colocados en agosto.

Para reforzar la absorción de dinero el Banco Central recurrió a operaciones extraordinarias en las que colocó bonos por 20 mil millones de bolívares a un plazo de 56 días y una tasa de interés de 7%.

Si bien el aumento en las operaciones que absorben bolívares del mercado pueden ayudar a restarle fuerza a la inflación, analistas coinciden en que la principal medida que debería tomar el directorio del Banco Central es detener el financiamiento a Pdvsa.

Para cubrir un gasto que supera al ingreso proveniente del petróleo y la recaudación de impuestos, el Gobierno recurre al Banco Central que crea bolívares para financiar a Pdvsa y en los últimos doce meses le ha inyectado a la economía por esta vía 314 mil millones que han estimulado el consumo en momentos en que la oferta tiene severas limitaciones.

El descenso de la producción industrial, el recorte en la asignación de divisas para importaciones del sector privado y controles de precios que no permiten que las empresas cubran sus costos se traducen en escasez de bienes.

La economía sufre una severa dieta de divisas por el estancamiento de la producción de Pdvsa, la venta de barriles a países aliados con largos plazos de financiamiento y un tipo de cambio artificialmente barato a 6,30 bolívares que dispara la demanda de dólares.

En los primeros siete meses de este año el Cencoex asignó para importaciones de los distintos sectores de la economía, incluyendo el convenio Aladi y el Sucre, 9 mil 573 millones de dólares, cifra que de acuerdo con Síntesis Financiera representa una caída de 28% respecto al mismo lapso de 2012 (las autoridades no han difundido las estadísticas de 2013).

Para producir las empresas venezolanas necesitan adquirir una gran cantidad de materias primas e insumos en el exterior, por lo tanto, las importaciones son un termómetro de si está o no creciendo la producción del sector industrial.

La escalada

El desajuste entre la oferta y la demanda se manifiesta en un constante incremento de los precios que merma la capacidad de compra del salario.

Las cifras del Banco Central registran que la inflación acumula un salto de 39% al cierre de agosto lo que se traduce en el mayor incremento de precios durante los primeros ocho meses desde 1997, es decir, en los últimos 18 años.

La población siente el impacto en variables esenciales para la calidad de vida. En los últimos doce meses el costo de los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 91%, transporte 48%, vestido y calzado 45,7% y salud 35,9%.

Tomando en cuenta que en el último trimestre es cuando los precios aumentan con mayor intensidad porque el gasto del Gobierno crece por razones estacionales, todo apunta a que en 2014 la inflación registrará un salto de al menos 60% que constituirá el cuarto incremento más elevado desde 1951.

Entidades financieras como Bank of America han señalado en sus reportes sobre Venezuela que la decisión de mantener el tipo de cambio oficial en 6,30 bolívares por dólar obligará a recurrir al financiamiento del Banco Central para cubrir el gasto y por tanto no es previsible que la inflación pierda impulso.

Las estadísticas oficiales revelan que en julio el BCV elaboró 41,9 millones de piezas de billetes de 100 bolívares, una magnitud que supera en 153% a los fabricados en el mismo mes de 2013 porque la pérdida en la capacidad de compra del dinero obliga a fabricar más billetes de alta denominación.

vsalmeron@eluniversal.com