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viernes, 17 de octubre de 2014

¿Cambiará Venezuela el balance de poder entre EE UU y Rusia en el Consejo de Seguridad?


La llegada de Venezuela al Consejo de Seguridad podría añadirle tensión a los debates / Foto: Getty
La llegada de Venezuela al Consejo de Seguridad podría añadirle tensión a los debates / Foto: Getty
El país asumirá el puesto el 1° de enero después de recibir el apoyo sin oposición del grupo de naciones de América Latina y el Caribe (Grulac) y tras obtener 181 votos de los estados miembros de Naciones Unidas 
La llegada de Venezuela como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que se confirmó este jueves, presagia una era de tensos debates entre los 15 miembros del organismo.
En particular cuando se discutan los temas más polémicos de la política internacional, como la crisis en Siria o el conflicto en Ucrania, Venezuela probablemente alineará sus posiciones con Moscú y con China, con lo que se convertirá en un contrapeso a las políticas de Estados Unidos.
Venezuela confirmó su puesto en el Consejo de Seguridad tras recibir el apoyo sin oposición del grupo de países de América Latina y el Caribe (Grulac) y tras obtener 181 votos de los estados miembros de Naciones Unidas en las elecciones generales que se acaban de realizar en Nueva York.
Así, el país suramericano se sumará durante los próximos dos años a Nueva Zelanda, Malasia, Angola y España como los nuevos miembros del Consejo de Seguridad, que también cuenta con cinco miembros permanentes: Reino Unido, China, Francia, Rusia y Estados Unidos.
Los otros cinco miembros no permanentes, que se encuentran en la mitad de su período, son Chile, Chad, Jordania, Lituania y Nigeria.


"Triunfo contundente"
El canciller venezolano, Rafael Ramírez, no se demoró en declarar la votación como un "éxito histórico" y un "triunfo contundente" que se produjo "a pesar de la continuada campaña de descrédito" contra el país.
Para la delegación suramericana, el puesto que asumirá en enero le permitirá jugar un rol mucho más notorio a nivel internacional, pues pertenecer al Consejo realza el perfil del país y le permite fortalecer su posición en la negociación de temas bilaterales o regionales.
El Consejo es el órgano más poderoso de Naciones Unidas, capaz de presentar resoluciones vinculantes, emitir sanciones e incluso autorizar el uso de la fuerza para garantizar la seguridad internacional.
Acceder al Consejo "es una forma obvia de ganar prestigio internacional y Venezuela tiene problemas tan severos con su economía y con los niveles de polarización política que cualquier cosa que parezca aumentar el perfil del gobierno será bienvenida", le dijo a BBC Mundo Cynthia Arnson, directora del programa de América Latina del Woodrow Wilson International Center for Scholars, un centro de estudios en Washington.
De esa manera, Venezuela muy probablemente trasladará a este foro las opiniones que tiende a presentar en la Asamblea General, donde ha votado en una línea similar a Rusia y se ha opuesto a Washington.
"Las discusiones en el Consejo de Seguridad generalmente enfrentan a Rusia contra Estados Unidos, Reino Unido y Francia, así que tener a Venezuela servirá para que Rusia tenga un nuevo aliado", le dijo a BBC Mundo Jason Marczak, analista en temas de América Latina del Atlantic Council, un centro de estudios estadounidense.
"Ya sea la crisis en Siria o en Crimea, es de esperar que Venezuela tome una posición contraria a la de Estados Unidos", agregó.
Por ejemplo, Venezuela fue uno de los 11 países que en marzo votó en contra de una resolución de la Asamblea General que buscaba reconocer a la península de Crimea como parte de Ucrania y rechazar el referendo por el cual fue anexada por Rusia.
Bolivia, Cuba y Nicaragua también dieron su voto negativo, mientras 100 países (entre ellos Francia, Reino Unido y Estados Unidos) votaron a favor.
Poca influencia diplomática
La cercanía de Venezuela con Moscú no significa, sin embargo, que el país suramericano vaya a tener suficiente influencia como para afectar las relaciones de poder de este órgano.
No hay que olvidar que los cinco miembros permanentes tienen un poder de veto del que carecen los representantes temporales como Venezuela.
"Rusia tiene poder de veto así que, en esencia, el rol de Venezuela al votar con Rusia no necesariamente significará mucho en términos diplomáticos", explica Arnson.
A pesar de ello, la presencia venezolana en el Consejo de Seguridad puede terminar siendo una piedra en el zapato para la Casa Blanca.
Esta vez, Estados Unidos no se opuso claramente a la elección de Venezuela como sí hizo en 2006, cuando logró presionar para que el puesto no lo obtuviera Caracas sino Panamá.
Estados Unidos no quiere que sus diferencias con Venezuela dominen la toma de decisiones en el Consejo de Seguridad, aunque es consciente de que la cercanía de Venezuela con Rusia probablemente dificultará la búsqueda de consensos.
En un comunicado enviado a BBC Mundo, el Departamento de Estado dijo que "la conducta de Venezuela en Naciones Unidas va en contra del espíritu de la Carta de Naciones Unidas", si bien agregó que no es la primera vez un país con una "conducta" así es elegido al Consejo.
"Como hemos hecho por casi siete décadas desde que se fundó la ONU, EE UU continuará haciendo valer su liderazgo en el Consejo de Seguridad en busca de los intereses del país", dijo un portavoz de la entidad.
La elección también fue criticada por el representante republicano Ed Royce, quien preside el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, y el senador republicano Marco Rubio.
Venezuela y los otros cuatro países tomarán sus puestos en el Consejo de Seguridad el próximo 1° de enero.