Leopoldo López pasa la mayoría de los días aislado en una prisión militar, sin ningún contacto con el mundo exterior. López, de 43 años, el rostro de la actual oposición venezolana, también está privado de luz natural ya que no lo dejan salir de la celda. En la cárcel de Ramo Verde, López está en espera de la audiencia pública a la que acudirá acusado de incitar a la violencia, daños a la propiedad, provocar incendios, y conspiración.