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miércoles, 4 de marzo de 2015

Denuncian manipulación de prueba de incendio el 12-F


Juan Carlos Gutiérrez, abogado de Leopoldo López/ Voluntad Popular
Juan Carlos Gutiérrez calculó que a finales de junio de 2015 podría emitirse una sentencia en primera instancia | Foto Cortesía Voluntad Popular / Archivo
La Fiscalía no identificó la huella que quedó en un recipiente de bencina, supuestamente usada para quemar cinco vehículos del Cicpc, de modo que el hallazgo no basta para incriminar a Leopoldo López y a los cuatro estudiantes
La principal prueba presentada por la Fiscalía para acusar a Leopoldo López y a los estudiantes Christian Holdack, Marcos Coello, Demian Martínez y Ángel Álvarez por el incendio de cinco vehículos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas el 12 de febrero de 2014 es un recipiente de bencina, líquido que se utiliza para surtir a los yesqueros. El abogado defensor Juan Carlos Gutiérrez reveló ayer que ese recipiente, localizado en el lugar del siniestro, tiene una huella dactilar que nunca fue identificada ni comparada con las de los acusados, aunque era muy sencillo hacerlo. 


“Todo indica que el incendio fue causado por otras personas y que esa prueba fue artificiosamente manipulada para incriminar a López y a los estudiantes. A menos de que sea cómplice de esta irregularidad, el Ministerio Público estaba en la obligación de identificar al que manipuló el referido recipiente de bencina”, insistió Gutiérrez.
A este nivel de detalles, la defensa se ha esforzado por desvirtuar cada una de las acusaciones, a propósito de las inconsistencias de la investigación fiscal que han quedado en evidencia en la fase de juicio que comenzó el 23 de julio de 2014. “Un debate oral, pero no público como exige la ley, pues las autoridades judiciales han impedido la presencia de la prensa, de los observadores internacionales y de cualquiera que pudiera testimoniar el carácter político de este juicio”, añadió el abogado de López.
Se recordó que la acusación por incendio en la sede del Ministerio Público se debilitó cuando los expertos y testigos promovidos por la Fiscalía coincidieron en señalar que en el edificio atacado por un grupo de manifestantes solo se encontró un pedazo de hoja tamaño carta, ligeramente chamuscado por un borde, nada más. En segundo lugar, el análisis de los mensajes telefónicos enviados o recibidos por los estudiantes y otros detenidos el 12 de febrero indica que ninguno de ellos incluía referencias a Leopoldo López, al partido Voluntad Popular o al movimiento #LaSalida, con lo cual pierde fuerza la acusación por asociación para delinquir. Y, más recientemente, la lingüista Rosa Amelia Asuaje, la perito “estrella” del Ministerio Público, aseguró que López no instó a la violencia, de modo que resultan insostenibles las acusaciones por instigación a delinquir y daño e incendio en grado de determinador.
¿Próxima sentencia? Los abogados destacaron que a partir de enero el proceso contra López y los estudiantes se ha acelerado considerablemente: de dos audiencias al mes se pasó a tres por semana.
Precisaron que hasta el presente han comparecido por el tribunal 28 de Juicio, a cargo de Susana Barreiros, 60 testigos y peritos, y que todavía faltan por evaluar 108 órganos de prueba.
Consultado por los periodistas, Gutiérrez calculó que a finales de junio de 2015 podría emitirse una sentencia en primera instancia. Sin embargo, también dijo que las pruebas que aún se deben evacuar son importantes para el pleno esclarecimiento de los hechos. Y si la Fiscalía y la jueza Barreiros convinieran en que las principales pruebas han quedado desvirtuadas, parece poco probable que desechen otras oportunidades de encontrar mayor asidero para condenar a López.