Sectores políticos y empresariales afirman
que se incrementó la criminalidad y se contrajo la actividad comercial.
El gobierno asegura que la medida les ha permitido detectar ilícitos y
desmantelar bandas
Han
transcurrido 11 meses desde que el presidente Nicolás Maduro anunció el
cierre de la frontera colombo-venezolana y el efecto de la medida no ha
sido positivo, según sectores políticos y empresariales. Aseguran que
el gobierno no logró frenar el contrabando de alimentos ni las acciones
de bandas criminales y mucho menos resolver la escasez.
El
mandatario ordenó en aquel momento el cierre fronterizo por 72 horas,
en los municipios Bolívar y Pedro María Ureña, estado Táchira. Antes del
vencimiento de ese plazo, Maduro desconcertó otra vez a los habitantes
de la frontera y al gobierno de Colombia con otro anuncio: el cierre
sería indefinido. El bloqueo, además, se amplió a los municipios Junín,
Rafael Urdaneta, Capacho Libertad y Capacho Independencia. El 20 de
agosto decretó el estado de excepción en los 6 municipios por 60 días.
Luego vino una prórroga por otros 60 días y una vez que se venció no se
levantó. Se ha mantenido hasta la fecha.De acuerdo con el decreto 1950,
la medida excepcional publicada en la Gaceta Oficial extraordinaria
6194, se tomó por las ³circunstancias delictivas y violentas vinculadas
con el paramilitarismo, el narcotráfico y el contrabando de extracción,
organizado a diversas escalas², a lo que sumaron aspectos de orden
económico que el gobierno identificó como ³atentados cometidos contra la
moneda venezolana y contra los bienes adquiridos con divisas del
pueblo².
Carlos
Chacón, concejal del municipio Bolívar, aseguró que nada de lo
establecido en el decreto se ha cumplido. Muestra como evidencia las
cifras de la Policía Fiscal Aduanera de Colombia: el contrabando con
Venezuela fue de 7 millones de dólares al cierre de marzo y una vez que
finalice julio se duplicará a 14 millones de dólares. Señaló que la
cifra es equivalente a 35 presupuestos anuales de 6 municipios
fronterizos.
Alejandro
García, alcalde del municipio Pedro María Ureña, afirmó que se
incrementó la criminalidad, la presencia de grupos subversivos y la
incomodidad para los venezolanos. ³Se cerraron los puentes
internacionales, pero las trochas están abiertas para los
contrabandistas. 80% de los negocios en Ureña dejaron de laborar por
falta de materia prima y mano de obra que venía de Colombia. Los
habitantes del municipio tienen que ir a Rubio o a San Cristóbal para
comprar alimentos porque a la frontera no llega. La escasez se agudizó².
Pero
no solo hay desabastecimiento de alimentos, sino también de medicinas.
Eduardo Hernández vive en San Cristóbal. Él, su esposa y sus dos hijos
son asmáticos y dependen del salbutamol, fármaco que no se consigue. Las
autoridades le negaron el salvoconducto para ir a comprarlo a Cúcuta,
Colombia, por ³no tratarse de una enfermedad mortal². ³Hemos sido
maltratados y nos dicen que si no nos estamos muriendo no nos darán una
autorización para pasar².
Impacto económico.
³El cierre de la frontera sirvió para muy poco. No se solucionaron los
problemas que prometieron resolver², afirmó el presidente de la Cámara
de Integración Económica Venezolano-Colombiana, Gonzalo Capriles. El
intercambio comercial bilateral ha venido cayendo por el cierre de la
frontera, de acuerdo con Cavecol. Entre enero y abril de este año el
descenso fue de 27%: registró 385 millones de dólares frente a 530
millones de dólares de igual período de 2015.
El
Departamento de Administración Nacional de Estadísticas colombiano
detalló que las exportaciones de Venezuela a Colombia se redujeron 19%
al alcanzar 75 millones de dólares en 2016. Las importaciones de rubros
colombianos por parte de Venezuela se contrajeron 29%; de 438 millones
de dólares en 2015 bajaron a 310 millones este año. Daniel Aguilar,
presidente de Fedecámaras-Táchira, coincide en que la decisión de cerrar
la frontera no fue acertada. Dijo que 70% de los negocios debieron
cerrar y se perdieron más de 25.000 empleos. Por ejemplo, 5.000 personas
que dependían del transporte de carbón se quedaron sin trabajo.
Armando
González es comerciante y da fe de ello. Vive en San Antonio y tiene
una distribuidora de refrescos y bebidas hidratantes. Los colombianos,
por el diferencial cambiario, eran sus mejores clientes, pero luego del
cierre de la frontera las ventas cayeron 65%.
Versión oficial. El
gobernador Vielma Mora insiste en que el cierre de la frontera es para
proteger a los ciudadanos. Sin embargo, Ramón Cabeza, comisionado de
Seguridad Ciudadana de la gobernación, admitió que al cierre del primer
semestre de 2016 aumentaron los homicidios en los municipios fronterizos
Pedro María Ureña, García de Hevia y Panamericano y que la razón
obedeció al ajuste de cuentas entre bandas por la disputa territorial,
distribución de droga, cobro de vacuna y contrabando de extracción. .
³El
cierre permitió al Estado venezolano, a través de sus cuerpos de
seguridad, desmantelar muchas bandas, enfrentarlas directamente, crear
un clima de confianza que no se había alcanzado para que la gente
denunciara. Además, nos permitió el control de la zona fronteriza (...).
Logramos disminuir la incidencia delictiva², puntualizó.
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