La Mesa de la Unidad Democrática insistirá en
que el organismo aumente el número de captahuellas (5.392) y entregará
una propuesta de distribución de centros
La discusión sobre la cantidad y
ubicación de las máquinas a utilizar en la recolección de firmas que
activa el referéndum revocatorio (20% de los electores) no ha cerrado en
el Consejo Nacional Electoral, confirmaron fuentes del organismo.
“No
está cerrado ese tema. Las rectoras saben que la cantidad es muy
ajustada (5.392) y que eso pudiera generar un gran problema de orden
público en la recolección”, afirmaron.
Extraoficialmente
se conoció que en la reunión entre el presidente Nicolás Maduro y el
secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, se tocó el asunto,
aunque las fuentes aseguraron que en el Poder Electoral “no se ha
discutido formalmente la reunión ni sus consecuencias”.
Juan
Carlos Caldera, representante de la MUD ante el CNE, afirmó que
insistirán en que el organismo aumente el número de máquinas: “Hay que
pedirlo hasta el último día, aunque no sea sencillo”.
Las
fuentes agregaron que la amenaza de que el Tribunal Supremo de Justicia
anule a la MUD como partido político (solicitud del PSUV por un
supuesto fraude en la recolección del 1%) sigue latente, aunque lo
consideran arriesgado en este momento.
Cuatro dedos. Técnicos
de la MUD aclararon que exigir cuatro huellas (ambos índices y
pulgares) para la recolección del 20% no es un requisito nuevo, pues
también se pidió en la recolección del 1%, aunque no se cumplió en la
mayoría de los casos.
Por eso,
explicaron, el promedio de 270 personas por captahuellas cada día (el
del 1%), no debería alterarse e incluso podría reducirse si se mejora la
ubicación de las máquinas. Justamente la MUD entregará otra propuesta
de distribución de centros esta semana, confirmó Caldera.
“En
el 1% se capturaron las cuatro huellas, por lo que el requisito no es
nuevo. Los tiempos dependerán de la distribución de los centros, que no
tenemos completa. Vamos a hacerle al CNE una propuesta de reubicación”,
confirmó.
Félix Arroyo, técnico de la
MUD, explicó que se piden cuatro huellas en la recolección porque, como
no se utilizarán todas las máquinas de votación (que almacenan los
datos de todos los electores), la información no se pueden validar
inmediatamente, sino que se registran las huellas para luego
comprobarlas con las bases de datos del CNE.
“En
una elección normal cada máquina puede tener los datos de 600 electores
y con una sola huella se valida de una vez. Pero ahora, como no están
los datos de todos los electores, se usa la máquina para registrar la
información de las huellas, no la verifica. Se toman cuatro huellas para
evitar errores. Fue así con el 1%”, dijo.
El
técnico aclaró que en la mayoría de los casos los retrasos en los
centros no tuvieron nada que ver con la exigencia de cuatro huellas,
sino con problemas externos que se deben resolver en los centros. “Hemos
identificado siete estados clave donde hay que resolver esos
problemas”, añadió.
Ventaja. Roberto
Picón, coordinador del equipo técnico de la MUD, afirmó que pedir
cuatro huellas, incluso, puede ser una ventaja. “Si pides cuatro huellas
y cualquier de ellas hace match (coincide), disminuyen los
rechazos. Por eso, en el proceso del 1% el rechazo fue de 6.000
personas, alrededor del 1,5% del total, mucho más bajo que elno match (no coincide) de un proceso electoral normal, cuando se pide una sola huella y está alrededor de 8%”, explicó.
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