HRW advierte al Papa: Diálogo Gobierno-oposición en Venezuela no es una conversación entre iguales (carta)
Oct 28, 2016 8:56 am
Publicado en: Actualidad, Destacados, Internacionales, Nacionales
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El director para América de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, envió una carta al papa Francisco ante el anuncio sobre la participación de la Santa Sede en un eventual diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición.
Vivanco insta al Papa a asegurarse que existan las condiciones adecuadas para que ese diálogo resulte fructífero, “de lo contrario, solamente ofrecerá una nueva distracción a las autoridades venezolanas para demorar las medidas urgentes que son necesarias para proteger los derechos humanos y restablecer un mínimo orden democrático en Venezuela”.
Luego de explicar la difícil situación económica y social de los venezolanos, además de la brutal represión del Gobierno a sus opositores, Vivanco advierte que “un diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela no es una conversación entre iguales, sino todo lo contrario”.
Explica que de un lado se encuentra un régimen autoritario que concentra un enorme poder y que lo ha usado deliberadamente para reprimir y cometer abusos contra opositores. Del otro lado, hay una oposición que defiende las funciones y facultades de una Asamblea Nacional democráticamente electa que es víctima de ataques del oficialismo, y cuya esperanza de que haya un referéndum revocatorio constitucional para expresar la voluntad popular ha sido truncada por el gobierno.
Carta
Washington, D.C., 27 de octubre de 2016
Su Santidad Papa Francisco
Palacio Apostólico
El Vaticano
Palacio Apostólico
El Vaticano
De mi mayor consideración,
Ante el anuncio sobre la participación de la Santa Sede en un eventual diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición, tengo el honor de dirigirme a Su Santidad, en representación de Human Rights Watch, para instarlo respetuosamente a asegurarse que existan las condiciones adecuadas para que ese diálogo resulte fructífero.[1] Un diálogo auténtico y de buena fe deberá estar basado en una evaluación objetiva de la crisis política, social y económica que enfrenta el país, y reconocer que el gobierno tiene la responsabilidad de haber creado esta situación y, por ello, de resolverla. De lo contrario, solamente ofrecerá una nueva distracción a las autoridades venezolanas para demorar las medidas urgentes que son necesarias para proteger los derechos humanos y reestablecer un mínimo orden democrático en Venezuela.
– Dejar de detener a opositores políticos y críticos, y de cometer abusos contra detenidos;
– Disponer la liberación de todos los venezolanos detenidos por motivos políticos que estén siendo juzgados sin fundamentos válidos;
– Garantizar que la Asamblea Nacional ejerza sus facultades legislativas;
– Respetar el proceso del referéndum revocatorio sin nuevas interferencias políticas ni demoras indebidas; y
– Reconocer que Venezuela está atravesando una profunda crisis humanitaria, y solicitar ayuda humanitaria internacional para superarla.
– Disponer la liberación de todos los venezolanos detenidos por motivos políticos que estén siendo juzgados sin fundamentos válidos;
– Garantizar que la Asamblea Nacional ejerza sus facultades legislativas;
– Respetar el proceso del referéndum revocatorio sin nuevas interferencias políticas ni demoras indebidas; y
– Reconocer que Venezuela está atravesando una profunda crisis humanitaria, y solicitar ayuda humanitaria internacional para superarla.
El gobierno de Venezuela no ha demostrado el más mínimo interés en comprometerse a adoptar ninguna de estas medidas, mucho menos en el corto plazo. Por ello, sin una presión internacional fuerte, este nuevo diálogo únicamente servirá para que el gobierno de Maduro haga promesas vacías y deshonestas para ganar tiempo, sin resolver los problemas que enfrenta Venezuela, y burlándose de la buena fe de Su Santidad. Eso es exactamente lo que ha sucedido con las iniciativas de diálogo anteriores. Para asegurar que esto no ocurra nuevamente, instamos respetuosamente a Su Santidad a llevar a la mesa una evaluación objetiva de la situación exigiendo resultados concretos y urgentes como los enumerados anteriormente en esta carta. En función de las visitas frecuentes realizadas por Human Rights Watch a Venezuela, puedo asegurarle que la situación en el país es crítica, y que no hay tiempo que perder.
Espero que esta información le sea de utilidad. Aprovecho la ocasión para expresarle los sentimientos de mi más alta consideración y estima.
Cordialmente,
José Miguel Vivanco
Human Rights Watch
Human Rights Watch
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