“Si no hay resultados, la Mesa revisará su participación en la reunión del 6 de diciembre”, advirtió Jesús Torrealba
Ante la inercia de las
comisiones técnicas de la mesa de diálogo, la Mesa de la Unidad
Democrática propuso al Vaticano y a Unasur que en lugar de venir cada 10
o 15 días, los ex presidentes, o uno de ellos, permanecieran en
Venezuela para lograr avances en los acuerdos establecidos.
La
idea surgió porque las comisiones no trabajan, por ejemplo, desde el 24
noviembre cuando llegaron los mediadores en medio de la crisis
originada cuando el gobierno abandonó las instancias el 22 porque la
Asamblea Nacional debatió el caso de los “narcosobrinos”.
Entre
el 24 y 25 de noviembre los facilitadores hablaron separadamente con
los representantes del gobierno y de la oposición, en un intento para
evitar la suspensión del diálogo. Durante esta semana no ha habido
actividad.
El dirigente de Un Nuevo
Tiempo, Vicente Bello, espera que la propuesta sea acogida puesto que
por ahora solo se reúne con más regularidad la comisión de derechos
humanos, debido a que el nuncio apostólico, Aldo Giordani, sí está en
Caracas y lograr mantener comunicación con el diputado Timoteo Zambrano
(UNT) y con la canciller Delcys Rodríguez. “Queremos que así como está
la Iglesia estén los ex presidentes, porque el gobierno no quiere
incumplir”, alegó Bello.
El
secretario de la MUD, Jesús Torrealba, fue recibido ayer por Giordani a
quien le expuso la preocupación por el retardo en liberar los presos
políticos y reconocer la Asamblea Nacional: “Si el diálogo no da
resultados concretos, la Mesa tendrá que revisar su participación en la
reunión del 6 de diciembre, porque el país necesita hechos, no
simplemente habladera. Compartimos con monseñor Giordani cómo los
venezolanos nos hacemos más pobres, se destruye la moneda nacional,
mientras el gobierno sigue en su estrategia criminal de ganar tiempo.
¿Para qué? Para que explote el malestar económico. Vinimos con el
representante del papa a expresarle nuestra extrema preocupación, y él
compartió su preocupación por la falta de cumplimiento del gobierno”.
Al
preguntarle si el diálogo seguirá hasta el 2020, como cree el
presidente Nicolás Maduro, respondió: “Esas palabras revelan extrema
irresponsabilidad porque quien está obligado en la mesa es él, y no
puede decir quién se retira o no. La política de la Unidad es autónoma.
Si no hay resultados revelaremos cambios en nuestra estrategia. El
presidente habla pistoladas; la realidad es que el Bolívar no vale nada y
en cuestión de semanas habrá una hecatombe económica con un severo
impacto social”, advirtió.
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