La reunión de ministros de Relaciones
Exteriores convocada por Perú y que se llevará a cabo mañana en Lima
buscará establecer una posición conjunta y materializar medidas
consensuadas frente a las últimas acciones emprendidas en Venezuela por
el mandatario de ese país, Nicolás Maduro.
La elección y posterior instalación
de una Asamblea Constituyente en Venezuela ha obligado a algunos países,
entre ellos el Perú, a desconocer las medidas adoptadas por el régimen
de Maduro, el mismo que buscaría reprimir a la oposición.
En respuesta a esto, y a una
prolongada crisis humanitaria registrada en el país llanero, la reunión
convocada por el canciller Ricardo Luna ha recibido las confirmaciones
de participación, hasta la fecha, de los representantes de Chile,
Colombia, México, Argentina, Brasil, Paraguay, Costa Rica, Guatemala,
Honduras, Canadá, Jamaica y Santa Lucía y Barbados.
Para el ex ministro de Relaciones
Exteriores Eduardo Ferrero, esta cita es de suma importancia por la
asistencia de países representativos de la región, por la complejidad de
los temas a tratar y además por las soluciones que se esbozarán.
“La iniciativa del Perú le atribuye
un liderazgo sobre este tema. Hay un mando distinto respecto a esta
materia, en comparación al gobierno de Ollanta Humala, iniciado por la
gestión del presidente Pedro Pablo Kuczynski”, señala Ferrero a El
Comercio.
Las expectativas hacia la cita pasan,
indudablemente, por las acciones que se adoptarán frente a la crisis
venezolana. Sobre este tópico, Ferrero refiere que es difícil vaticinar
por cuáles alternativas se optará, pero que aun así se espera una
resolución conjunta en la que se sostengan cuestionamientos al quiebre
del orden constitucional de Venezuela.
“A ello le pueden añadir expresiones
sobre el desacuerdo total que hay ante la Asamblea Constituyente que ha
convocado Maduro violando las normas de la Constitución de Venezuela y
quitándole derechos a la Asamblea [Congreso], que sí tiene miembros
elegidos democráticamente”, estima.
Del mismo modo, también podría darse
una declaración a favor de los derechos humanos del pueblo venezolano y
una exhortación a que se respete el cronograma electoral del país
petrolero, que concibe que en 2018 se realicen comicios presidenciales.
Por su lado, el internacionalista
Óscar Vidarte indica que un segundo motivo de importancia recae en que
la cita servirá como base y punto de partida para coordinar "siguientes
pasos" en torno a la situación venezolana.
“Se espera que se coordine qué se
hará al interior de la Organización de Estados Americanos (OEA). La
situación de hoy es distinta a la de hace tres semanas: hay decenas de
muertos, se ha desconocido a la Asamblea. Veremos cómo se introducirá el
debate también en el Mercosur, tal vez también en la Unasur”, afirma.
En ese sentido, el experto especifica
que en la cita también se podría coordinar esfuerzos para trabajar en
pos de que los países que han expresado posiciones dubitativas definan
una postura más radical frente a los problemas de Venezuela.
-En Perú-
Eduardo Ferrero argumenta que, a
pesar de que el Perú ha tenido un rol notable en referencia a su rechazo
a la Asamblea Constituyente, también hay otros países en la región que
han mostrado liderazgo frente al tema. “Pero valuemos el esfuerzo, esta
es una posición acertada de nuestra política exterior”, agrega.
Consultado por los pedidos
provenientes del Congreso de la República de que se retire al embajador
de Venezuela en Lima, Ferrero responde que es una alternativa que sí
debe haber sido valorada por el mandatario Pedro Pablo Kuczynski “y que,
presumo, aún debe estar evaluando la cancillería”.
En contraste a ello, Vidarte apunta
que hay varios motivos por los cuales la política exterior es definida
por el Gobierno y no el Parlamento. “En el Congreso, lamentablemente,
muchas de las cosas que se dicen tienen afanes políticos. El Perú debe
mantener las formas democráticas, ese posible retiro del embajador
venezolano le corresponde a la presidencia y a la cancillería”, remarca.
Finalmente, el internacionalista
manifiesta que no sería inadecuado que el presidente Pedro Pablo
Kuczynski brinde declaraciones sobre el asunto una vez finalizada la
cita. "Habrá quienes lo acusen de figuretismo, pero no hay eso aquí. Es
el trabajo del presidente dirigir la política exterior. Ahora, es lógico
que la carga técnica de la convocatoria recaiga siempre en Ricardo
Luna”, concluye.
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