El 2 de septiembre asesinaron a un joven
prospecto del baloncesto, luego secuestraron a un empleado de la
Embajada de Estados Unidos y posteriormente al hijo de un general de la
Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Los tres casos ocurrieron luego de
declararse la Cota 905 como “zona de paz”.
La decisión fue tomada tras una
reunión, el 25 de agosto, en la que Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez, el
ministro Jorge Infante y Antonio “El Potro” Álvarez negociaron la paz
de los habitantes presuntamente con la comunidad delictiva del lugar.
Como ha ocurrido en otras “zonas de paz”, los funcionarios policiales no
pueden ingresar a la localidad a realizar operativos.
De acuerdo con una fuente
confidencial, la reunión estuvo custodiada por delincuentes que portaban
armas largas. Tras el encuentro, cuatro familias fueron desalojadas de
sus viviendas por los antisociales.
Se conoció que las bandas
establecieron un toque de queda, específicamente en el sector Las
Quintas. Los habitantes no pueden estar en las calles a partir de las
7:00 pm.
“El Coki” y “El Calvin”
Aunque se desconoce cuál es el fin de impedir que los policías ingresen a esta barriada, fuentes aseguraron a El Nacional Web que
los funcionarios se encuentran descontentos. Además, afirmaron que esta
medida hará que la banda de “El Coki” y “El Calvin”, dos de las
principales bandas de la cota, se reagrupen.
El grupo delictivo de “El Coki”
inició en 2012. Tres años después, en 2015, casi fue eliminada, pero el
sujeto escapó de las autoridades y unió de nuevo la banda.
“Por ejemplo, sin un carro lo roban
en cualquier parte de Carcas y lo llevan a la cota, no va a ser
encontrado nunca pues la policía no puede ingresar. Es darle una carta
blanca a los delincuentes”, expresó el periodista de sucesos Darvinson
Rojas.
Por qué zonas de paz
El criminólogo Fermín Mármol García
maneja dos hipótesis sobre por qué el Ejecutivo ve como solución nombrar
una comunidad, que se ha destacado por los diversos crímenes que
ocurren allí, como “zona de paz”.
Mármol aseguró que quizás con esta
medida se tiene la esperanza de que exista un cambio o simplemente el
gobierno no quiere “pagar el costo político” al combatir la delincuencia
con “mano dura”.
“Evidentemente desmontar bandas
criminales, colectivos armados (…) tiene un costo político, porque va a
haber el uso de armamento letal, tal vez sea por eso. Es preferible no
pagar el costo político que generar una lucha contra el crimen de mano
dura, de mano justa”.
La situación tiene un origen. La Cota
905 es el sector de Caracas con más bandas delictivas activas, debido a
ello se introdujo en el lugar un dispositivo denominado Operación
Liberación del Pueblo (OLP). Los efectivos hacían un seguimiento a los
delincuentes de la zona con prontuario criminal y eran ajusticiados.
La OLP dejó de ser una operación
especial y se convirtió en una intervención rutinaria renombrada como
Operación Liberación del Pueblo Humanista (OLPH). Esto no cambió la
función inicial de la OLP, pues, según fuentes confidenciales, los
funcionarios acechaban a los supuestos delincuentes, ingresaban
violentamente a las viviendas y ajusticiaban a la personas, hecho que
quedaba en el olvido de la justicia venezolana.
Trascendió que, debido a estas
acciones, los “habitantes” de la Cota 905 pidieron a los mencionados
dirigentes chavistas que prohibieran la entrada de los funcionarios
policiales. Los efectivos aceptaron el acuerdo a cambio de que los
delincuentes dejen de usar las bandas delictivas para matar policías,
articular robos de carros, extorsión y secuestro.
Los dirigentes oficialistas
prometieron además arreglar las viviendas que fueron afectadas por las
acciones de la OLP. La zona de paz está vigente desde hace más de
cuatro semanas e inició con el retiro de dos alcabalas de la GNB
ubicadas en Las Cumbres y Los Laureles.
Nuevos hechos delictivos
15 días después del acuerdo, el
asesinato de un prospecto de baloncesto inundó la prensa y conmocionó a
los familiares, quienes responsabilizaron la “zona de paz” de este
delito.
El joven regresaba de jugar un
partido de baloncesto en el sector Las Brisas y a varias cuadras de su
casa cuatro hombres le propinaron 15 disparos.
Durante este año se han realizado 25
operativos de la Fuerzas de Acción Especial (FAES) en la Cota 905,
siendo este uno de los sectores de Caracas donde se han realizado más
operativos especiales. A pesar de ello el índice delictivo del barrio y
de las zonas aledañas, como El Paraíso, no ha disminuido.
Según los periodistas especializados,
las zonas de paz aumentarían el nivel de delincuencia, robos,
asesinatos, secuestros y extorsiones, ya que los responsables no podrán
ser aprehendidos por la policía mientras estén dentro del perímetro
restringido para los funcionarios.
Ejemplo de plan en Brasil
Mármol García aseguró que la poca
confianza que tiene la población en los cuerpos de seguridad y la
declaración de “zona de paz” fortalece la estructura criminal que suma
fuerza para así controlar a los habitantes de la zona.
El especialista afirmó que ningún
plan de pacificación ha funcionado en el país y exhortó al Estado imitar
el plan de Brasil, en el que “la autoridad llega a las comunidades para
más nunca irse”.
Explicó que en ese país las
autoridades planificaron la ubicación de la estación de policía, el
cuartel militar y dónde funcionarían las oficinas del poder público en
las zonas populares, conocidas como Favelas.
“Es muy lamentable que en materia de
seguridad ciudadana siga siendo la opacidad y no la transparencia la que
reine desde 2004. Desde hace 13 años los venezolanos no conocemos la
realidad de la inseguridad en Venezuela, no hay acceso a las cifras
oficiales”, agregó Mármol.
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