La oposición acude hoy al primer día
de negociación con el gobierno, luego de varios intentos fallidos desde
2014 y que este incumpliera los acuerdos suscritos el año pasado. Ambas
partes concurren al proceso que continuará mañana en República
Dominicana, con poco margen para presionar y hacer convenios que
satisfagan sus exigencias.
La delegación de la MUD solo tiene una carta a su favor: la mayoría en el Parlamento.
Esta arma es estratégica dado el
apremio del Ejecutivo para que esa instancia autorice nuevas emisiones
de deuda y otras formas de financiamiento.
"La oposición enfrenta un gran
dilema. Si negocia aprobar los endeudamientos a cambio de una reforma
electoral que permita elecciones presidenciales más libres, perderá
definitivamente mucho del apoyo popular que le queda.
Si no lo hace, las negociaciones
fracasan y queda también desprestigiada. Está ante una situación de
perder-perder. Va muy debilitada; su única arma es la mayoría en la AN
para aprobar los endeudamientos externos del gobierno. No tiene nada
más: perdió la mayoría popular y la capacidad de ejercer presión con
manifestaciones de calle", destacó el politólogo Ángel Álvarez.
Indicó que el gobierno llega a la
cita en medio de una crisis interna e internacional de la que no podrá
escaparse sin reformas para dinamizar la economía y hacer la competencia
electoral más equitativa: "Ambas cosas son la garantía de que saldrá
del poder en breve y muchos de sus miembros correrán riesgos de ser
perseguidos nacional e internacionalmente. Los representantes de Maduro
exigirán la aprobación de los endeudamientos a cambio de muy poco:
liberar a algunos presos políticos y quizás una reforma electoral que no
le quite el control del CNE".
Agregó que si la oposición cede, podría hundirse más: "Si no cede, el status quo seguirá", puntualizó.
En ese escenario tan complejo, la MUD
está llamada a mantener la mirada en su principal blanco: "No puede
terminar la negociación sin que se obtenga la fecha exacta de las
elecciones presidenciales. El gobierno siempre manipula con este aspecto
que en este momento es más urgente que el cambio de los rectores del
CNE.
El año 2018 es la batalla final; de
lo contrario, el país se termina de hundir y esto deben tenerlo claro
los dirigentes opositores que están obligados a mantener la alianza",
afirmó el politólogo Luis Salamanca.
El analista señaló que no puede
desaprovecharse el apremio del Ejecutivo, porque le sean aprobados sus
contratos, para lo cual requerirá de la AN aunque Maduro insista en
decir que es un cadáver.
Elecciones libres. El presidente de la AN, Julio Borges, reiteró ayer que el gobierno debe reconocer al Parlamento y aseguró que no avalarán la ANC, y que el país debe confiar en el sentido común de los negociadores.
"Son dos cosas muy inmediatas y de
gran impacto. Hay que hacer todo el esfuerzo para que los venezolanos
puedan elegir libremente un cambio de gobierno en los próximos meses",
señaló.
La MUD informó que su delegación fue
ampliada "con la incorporación de los abogados Ana Leonor Acosta, del
Comité de Familiares de Presos Políticos, y de Alonso Medina Roa, del
Foro Penal", que fungirán como asesores. Sin embargo, Alfredo Romero,
director ejecutivo del Foro Penal, reiteró que la ONG no participará en
el proceso y que Medina Roa acude a la negociación "por su cuenta y sin
autorización".
Por su parte, el presidente
dominicano, Danilo Medina, anfitrión del diálogo dijo ayer que "tenemos
la esperanza de que podamos sacar algo importante para el pueblo de
Venezuela". Medina auspicia el diálogo junto con el ex presidente del
gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
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