BETSSY SATISTEVAN GASTELÚ
Caracas.- Francisco
Rodríguez, Economista Jefe de Torino Capital, es crítico respecto a la
propuesta oficial de aumentar la producción de petróleo en el corto plazo. En
su análisis observa varias razones inherentes a la industria, y al proceso de
aislamiento político del país, que reducen las probabilidades de alcanzar esa
meta. En un repaso por las decisiones económicas más recientes adoptadas por el
Gobierno, el experto financiero cuestiona la petrolización
de los salarios. Esa moneda, dice, “carece de significado concreto”. Puntualiza
además que la actual Ley del Banco Central de Venezuela, reformada por el
presidente Nicolás Maduro, “es altamente problemática”.
–¿Qué opina de lo que
dice el economista Luis Oliveros en cuanto a que el dólar paralelo puede llegar
a Bs.S 300,00 y cuáles son sus perspectivas para fin de año?
-Sí, considero que es
altamente factible. Nuestra proyección para el cierre de año es que vamos a
tener un tipo de cambio paralelo de 1.265 bolívares por dólar. Estas son
dinámicas propias de una economía que está en hiperinflación. Nosotros
consideramos que, por lo menos en los próximos meses, y ciertamente de aquí a
final de año, el fenómeno hiperinflacionario va a continuar y esto implica que
los precios estarían triplicándose mensualmente. El precio de la divisa es un
precio más de un bien más, es la capacidad de compra de bienes importados y,
por lo tanto, si los precios están aumentando en cierta magnitud también tiene
sentido que el precio de la divisa aumente en esa magnitud. Ultimadamente las
causas de este deterioro en el valor de la moneda son las mismas causas de la
hiperinflación, en particular, la emisión de dinero y el financiamiento
monetario del déficit fiscal de Venezuela
–El diputado de la AN , Rafael Guzmán estima
necesario crear una Ley para el rescate del Banco Central de Venezuela y su
autonomía. ¿Comparte esta declaración?
–Efectivamente, tiene
que existir un instrumento legal que garantice la independencia, autonomía y
operatividad del Banco Central de Venezuela para el cumplimiento de las
funciones que tiene establecidas dentro de la Constitución y, en
particular, la preservación del valor interno y externo de la moneda. La última
Ley del Banco Central que tenemos, que fue reformada por Nicolás Maduro a
través de una Ley Habilitante hacia finales de 2015, es altamente problemática.
Esa ley le da una excesiva discrecionalidad al Ejecutivo Nacional, permite que el
Ejecutivo tenga totalmente a su cargo el nombramiento y remoción de directores
y subordina al BCV a las directrices del gobierno, restándole la autonomía que
debe tener de acuerdo con los artículos correspondientes de la Constitución. El
proyecto en este momento sometido a consultas por parte de la Asamblea Nacional
toma pasos importantes en la corrección de esas deficiencias y está mucho más
acorde con lo que requiere la
Constitución y con los principios necesarios para que un
Banco Central pueda brindarle al país estabilidad macroeconómica.
–La caída de la
producción petrolera venezolana ha generado incertidumbre en el seno de la OPEP de cara a 2019 y que
Arabia Saudí espera que se renueve el acuerdo el próximo 7 de diciembre. ¿Cuál
es su opinión, cree que Venezuela podrá aumentar su producción como ha dicho el
presidente Maduro y exportar un millón de barriles a China?
–En el actual
contexto, es difícil ver un incremento de la producción petrolera venezolana.
Yo creo que, en la actualidad, nosotros nos estamos debatiéndonos entre dos
posibles escenarios: un escenario en el cual se logra una estabilización en una
producción de alrededor de un millón de barriles y otro en el cual continúa la
caída en la producción y lleguemos dentro de un año a estar por debajo de los
700 mil barriles. Estos dos escenarios ambos tienen probabilidad significativa,
y en este momento es difícil decantarse por uno de los dos, pero ciertamente un
escenario de incremento de la producción tiene muy baja probabilidad.
Los problemas de la industria petrolera tienen que ver con
falta de inversión, falta de capacidad para dirigir recursos a la reactivación
de pozos y para contrarrestar el efecto de declive natural de los pozos
actualmente activos. La caída también está relacionada con los fuertes
problemas operativos de la industria, específicamente aquellos generados por
los cambios en la gerencia de la empresa petrolera en diciembre del año pasado.
Además, la industria petrolera se ha visto afectada, tal como el resto de la economía general, por el gran
éxodo de capital humano que ha ocurrido en el país como parte del fenómeno
migratorio. A ello tenemos que sumar que el proceso de aislamiento político del
país ha llevado a que los mercados financieros estén totalmente cerrados a
Venezuela por las sanciones económicas y por un proceso más general que
podríamos llamar de toxificación financiera. En ese contexto, cualquier meta de
incremento de la producción luce poco realista, y el objetivo de enviar un
millón de barriles a China, a menos que fuese simplemente reflejo de un desvío
de barriles que actualmente se envían a otros destinos, también luce poco
probable.
–¿Expertos en la
materia dicen que Venezuela no puede pagar su deuda con China y que está en
default. ¿Comparte esta visión?
–En este momento,
nuestras cifras indican que Venezuela tiene un alto superávit en cuenta
corriente este año y esto es reflejo del bajo nivel de importaciones. Eso
permite que Venezuela continúe sirviendo la deuda con China, Rusia y, en
particular, la deuda con Rosneft, que tienen una carga importante en el uso de
los flujos de divisas de la nación.
-¿Es imposible que Venezuela cumpla la deuda con China?
- No, no es imposible que cumpla la deuda con China, pero lo
haría a costa de un muy bajo nivel de importaciones. Estimamos que para 2018,
las importaciones de bienes y servicios cerrarán en $16,9 millardos, el segundo
nivel más bajo desde 1950 y apenas por encima de la cifra de 2017, que alcanzó
$16,3 millardos. Con respecto a la pregunta concreta sobre si Venezuela está en
default con China, en este momento no se puede saber en base a la información
pública proporcionada ni por el gobierno venezolano ni por el gobierno chino.
Ciertamente, no ha habido ninguna declaratoria formal de default, es decir, si
hubiese un default es al acreedor al que le compete declararlo.
–En el contrato de
Crystallex se puso como garantía a Citgo. ¿Cree que eso se puede ejecutar y que
Venezuela pierda la empresa?
–Venezuela puede
perder a Citgo. De hecho, nosotros hemos apuntado a que la pérdida de Citgo es
altamente probable porque aún si Venezuela le paga a Crystallex y paga a los tenedores
de los bonos PDV20, que utilizan a Citgo como garantía, otros acreedores
también pueden reclamar el pago de sus deudas utilizando los activos de la
empresa. La estrategia legal seguida por Crystallex, que es lograr el embargo
de las acciones de PDV Holdings, la casa matriz de Citgo, puede ser seguida por
otros acreedores. Dado que tenemos más de $63 millardos de bonos en default en
este momento, cualquiera de esos acreedores puede perfectamente pedirle a una
corte norteamericana el embargo de los activos de Pdvsa y, específicamente, de
las acciones de PDV Holding para responder por esas deudas; es decir, aún si
Venezuela paga a Crystallex, vendrán otros acreedores
–¿Qué opina usted
sobre las medidas anunciadas en agosto pasado por el Ejecutivo Nacional,
específicamente en lo que respecta a la venta de gasolina en una divisa
internacional. ¿Eso es posible cuando el salario mínimo es de Bs.S 1.800,00 y
dando un subsidio a través del carnet de la patria?
–En principio, es
correcto el uso de precios internacionales y la implementación de un subsidio
directo. La comparación del precio de la gasolina con el salario es relevante,
y por supuesto que los precios son altos para el poder adquisitivo del
venezolano, pero ese problema se puede tratar a través de un mecanismo de
subsidio directo. El problema está en que el gobierno no ha implementado
ninguna medida al respecto más allá de mostrar un sistema electrónico de cobro.
El gobierno no ha procedido al ajuste de precios y pareciera tener temor a hacerlo.
Segundo, no está claro si efectivamente darán un subsidio
directo, porque si lo que te permite el Carnet de la Patria es tener acceso a
gasolina a un precio más bajo entonces no hay ninguna diferencia entre regalar
gasolina y regalar un carnet con el que te regalan la gasolina. Esencialmente,
el problema de que la gasolina se consiga a un precio altamente distorsionante,
muy por debajo del costo de oportunidad y que, por lo tanto, conlleva a una
pérdida económica importante y a altos niveles de contrabando de extracción, es
un problema que va a seguir estando allí a menos que se instaure un verdadero
subsidio directo a través de transferencias monetarias a los hogares.
Además, es importante apuntar que el Carnet de la Patria es un instrumento
que se utiliza con fines políticos para condicionar la participación política
de los venezolanos, por ejemplo, en los procesos electorales. Por lo tanto, si
bien en principio no debería haber problema con el uso de un mecanismo de
identificación para otorgar subsidios directos, e incluso indirectos, lo que va
claramente en contra de la ley y la Constitución venezolana es mezclar eso con un
instrumento de condicionamiento político que ha sido utilizado para la compra
ilegal de votos.
–El Gobierno
petrolizó los salarios. ¿Es una medida adecuada?
–En este momento, el
petro todavía no existe como una moneda con un valor de cambio específico
fijado, no hay transacciones, no hay un lugar donde puedas intercambiar petros
por bolívares y no se han implementado modalidades de pago en petros. Es decir,
creo que esa petrolización de los salarios carece de significado, de la misma
forma que el petro carece de significado concreto. Es importante comprender
que, aún si el petro entra en funcionamiento, el hecho de que el gobierno
determine cuantos petros están en circulación y que el gobierno tenga la plena
facultad para emitir petros hacen que el petro no sea en esencia distinto del
bolívar, sino simplemente una moneda más emitida por el gobierno. Entonces, ahí
no hay distinción entre petrolizar los salarios y seguir pagándolos en
bolívares. Esto es muy distinto de la propuesta que se le hizo a la nación como
parte del Programa de Gobierno de Henri Falcón, que fue la propuesta de una
dolarización plena de la economía, en la cual los venezolanos podrían recibir
sus salarios en dólares, tener cuentas en dólares y hacer transacciones y
cambiar todo tipo de contratos en la economía a dólares. Eso te da la garantía
de que tienes un salario en una moneda cuya disponibilidad no está controlada
por el Estado; si el Estado puede imprimir todos los petros que quiere, lo cual
quedó claro en la última modificación que se le hizo al White Paper, no hay
ninguna garantía de que no vayamos a tener un proceso hiperinflacionario en
petros. Esto también tiene que ver con la respuesta a la pregunta
–Respecto a la
presentación del presupuesto nacional en bolívares soberanos y petros. ¿Es
favorable para el país cuando se dice que habrá una inflación en una y otra
moneda?
–La única diferencia
que el petro tiene con el bolívar es que es otra moneda diferente emitida por
el gobierno, pero podemos prever que va a tener el mismo comportamiento, la
misma pérdida de valor fundamental, y que la decisión de presentar el
presupuesto en bolívares soberanos y petros, no va a ser más que una convención
contable de poca o ninguna implicación económica.
–El gobierno anunció
que inyectará 2.000 millones de euros al sistema cambiario nacional porque
aumentaron los precios del petróleo. ¿Esto es posible y se podrá cambiar el
dólar como moneda de referencia a la economía nacional y como este anuncio
ayudará al aparato productivo nacional?
–Nuestros cálculos indican que, a pesar de que ha habido un
aumento de los precios del petróleo, la caída en la producción ha
contrarrestado el efecto de ese aumento de los precios, por lo cual, los
ingresos por exportaciones no han aumentado. Eso quiere decir que va a ser
difícil para el gobierno conseguir 2 millardos de euros para inyectarle al
mercado. Si llegase a hacerlo, eso implicaría que el gobierno estaría
disminuyendo las importaciones públicas u otros usos que le da a esas divisas,
lo cual sería bienvenido, pero en estos momentos hay bastantes razones para ser
escéptico sobre este anuncio.
El gobierno ha hecho
tantos anuncios y modificaciones en el sistema cambiario, incluso el de la
libre convertibilidad que no fue cumplido, que en este momento este tipo de
compromisos que el gobierno dice estar asumiendo tienen muy poca credibilidad.
“No hay derechos de
propiedad”
A Francisco
Rodríguez, economista con doctorado en la Universidad de
Harvard, se le consultó sobre la apertura de cuentas en dólares –antes en
euros– que promueve el gobierno en la población. ¿Esto es posible, hay recursos
para eso, de dónde lo sacará el gobierno?
Sostiene el analista
y Economista Jefe de Torino Capital que “el problema que hemos tenido con las
cuentas en dólares en Venezuela, es que han sido utilizadas solamente por
aquellos agentes que participan en el Dicom para recibir divisas y solo porque
eso es un requerimiento legal. En este momento no hay un sistema de garantía de
los derechos de propiedad y, en particular, de la disponibilidad de las divisas
que podrían estar depositadas en cuentas nacionales en moneda extranjera como
para que los venezolanos se sientan seguros abriendo cuentas en dólares, euros,
yuanes o en cualquier otra moneda el país”. “La pregunta de fondo”, advierte,
“es si el gobierno tiene la capacidad y la disposición de permitir que cuando
un venezolano pone 100 dólares o euros en una cuenta ese venezolano puede estar
seguro de poder retirar esos recursos en el momento en que los necesite”.
La realidad es que
como el gobierno venezolano “mantiene el control sobre las transacciones de
capital, también tiene la facultad de imponerle un ‘corralito’ a las cuentas en
divisas y, por lo tanto, la expectativa de que, si ultimadamente hay depósitos
importantes en estas cuentas, el gobierno se financie utilizando estos
recursos, es algo que lleva a que todo venezolano que pueda, prefiera tener sus
divisas fuera del país. Ese es un tema que tiene que ver con el sistema de
protección de derechos de propiedad y la falta de capacidad del gobierno de
otorgarle garantías a los tenedores de divisas en las cuentas locales de que
ese derecho va a ser respetado”, refiere el especialista.
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