Foto: Archivo
EFE
La comisión de política Exterior de la Asamblea Nacional (AN)
dijo este martes que alertó a la comunidad internacional sobre la
"inconveniencia" del cierre de embajadas en el país caribeño, puesto que
una falta de "escrutinio" podría incidir en la violación de los
derechos humanos de la población.
"Nos hemos
dirigido desde la comisión de Política Exterior a la comunidad
diplomática advirtiendo la inconveniencia, porque eso es lo que quiere
el gobierno de (Nicolás) Maduro (...) para poder hacer lo que le da la
gana sin ningún tipo de escrutinio", dijo el presidente de la comisión, Francisco Sucre, tras participar en un foro en Caracas.
"La presencia de la comunidad internacional es una especie de muro de contención para que no siga avanzando esta política represiva (contra la disidencia)", añadió.
El Gobierno de Perú anunció hace diez días que propondrá
a los miembros del Grupo de Lima -que integra junto a otros 13 países
americanos- la ruptura de relaciones con Venezuela como una
"consecuencia natural" del desconocimiento de las elecciones
presidenciales del 20 de mayo, que ganó con holgura Maduro en medio de
alta abstención.
En tanto que el embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Trujillo,
dijo la semana pasada que debe haber un debate "regional" sobre la
legitimidad de Maduro a partir del 10 de enero, cuando asuma un nuevo
período.
Maduro ha dicho al respecto que jurará el cargo y que no aceptará "chantajes" diplomáticos,
en vista de la posibilidad de que algunos países retiren a sus
embajadores por desconocer los resultados de los comicios de mayo.
Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, mostró la puerta de salida a los países que no reconozcan a Maduro a partir del 10 de enero de 2019.
"Ante el nuevo Gobierno del presidente Maduro, el
Estado que quiera retirar su embajador, su cuerpo diplomático y su
cuerpo consular de Venezuela: bienvenido, puede hacerlo, adiós,
pero se lleva desde el embajador hasta el último funcionario consular",
dijo la semana pasada durante una reunión con el cuerpo diplomático
acreditado en el país.
Pero Sucre señaló hoy que en Venezuela "no está planteado" el cierre masivo de embajadas,
y que las declaraciones de Arreaza constituyeron una "pataleta que
demuestra la poca responsabilidad en el manejo de un cargo tan
importante".
Con todo, reconoció que la permanencia o no de las embajadas en Caracas "es una decisión de los países",
al tiempo que auguró una "mayor presión internacional" contra el
Gobierno venezolano si Maduro jura un nuevo cargo en enero, pues será
"considerado un presidente de facto".
Dijo también que en Venezuela "hay todavía comunidades de extranjeros de muchos países" de Europa y América Latina, y que "evidentemente esos países no van a dejar a la deriva a sus nacionales".
Estas
tensiones diplomáticas surgen en medio de la severa crisis económica
que atraviesa Venezuela -el país con las mayores reservas probadas de
petróleo en el planeta-, que se traduce en escasez generalizada,
hiperinflación y fallas en la prestación de los servicios públicos. |
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