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jueves, 13 de agosto de 2020

Maduro va a elecciones parlamentarias con 20% de los ingresos petroleros de 2018

 


elecciones parlamentarias

Nicolás Maduro lleva a Venezuela a unas elecciones parlamentarias el 6 de diciembre, en el peor momento político, económico y social del país. Pero además, con 20% de los ingresos petroleros que se lograron en 2018 cuando se llevó a cabo la contienda presidencial


El mandatario Nicolás Maduro lleva a Venezuela a unas elecciones parlamentarias el 6 de diciembre en un entorno crítico para la población por la pandemia del covid-19; con muy pocos ingresos para movilizar a su electorado, acostumbrado al derroche de recursos del chavismo en tiempos de campaña, y sin ninguna señal de aprobación o reconocimiento por parte de las instancias internacionales a los resultados de la contienda.


Desde 2013, el país ha visto cómo han caído los ingresos en divisas debido a la debacle de la industria petrolera al mostrar una producción similar a la de 1934 (339.000 b/d), la cual ha llevado a las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela al monto más bajo de los últimos 25 años ($6.448 millones). Esto ocurre en momentos en que la economía interna lleva seis años en recesión y con un proceso hiperinflacionario que está por cumplir tres años consecutivos. Además, en una sociedad que registra 97% de la población en pobreza y una crisis asistencial por efectos del coronavirus.

A juicio del economista y profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) Leonardo Vera, existen cuatro elementos críticos para la administración de Maduro para el éxito de la convocatoria a las elecciones parlamentarias en cuanto a participación: el covid-19, los recursos que tenga para la movilización partidista, la logística y el tema tecnológico, además de la legitimidad internacional.

Sobre los ingresos del país en 2020, resalta que de cara al 6 de diciembre, se observa una cotización promedio del barril de crudo en 30 dólares, lo que de contarse con una producción de aproximadamente 500.000 barriles diarios (b/d) en promedio en el segundo semestre del año, la nación percibirá unos 2.700 millones de dólares. No obstante, si la producción sigue cayendo y se cuenta con una producción de 400.000 b/d, los ingresos podrían ser de $2.200 millones.

«Este monto es una quinta parte de los recursos que tuvo Maduro en el primer semestre de 2018, cuando se llevaron a cabo las elecciones presidenciales. Es decir, los ingresos petroleros de 2020 serán 20% del monto obtenido cuando Maduro ganó esas presidenciales», indica Vera.

El economista recuerda que las elecciones de mayo de 2018, que no fueron reconocidas por la oposición, el parlamento ni la comunidad internacional, ocurrieron en un primer semestre de ese año en el que los precios del barril de petróleo estaban en un promedio de $58, y Venezuela estaba vendiendo alrededor de 1,4 millones de b/d. Esto le permitió al gobierno ingresos petroleros por $14.800 millones.

*Lea también: Aumenta a 70% el déficit de gas en bombonas y recrudecen las protestas en todo el país

Vera destaca que hay dos grandes grupos de votantes que se mueven por las emociones, ideas y creencias, lo que se ha denominado «el voto duro»; y un segundo grupo que se moviliza en forma clientelar, a los cuales hay que asignar recursos (como lo ha acostumbrado el chavismo), por lo que no se animan a tener una participación en la campaña ni electoral si no hay dinero.

«Para movilizar a este cliente político necesita recursos económicos y el gobierno está yendo a esta elecciones, al contrario de otras contiendas, en el peor momento económico y en materia de recursos», señala.

Otros analistas económicos han dicho que durante este año el aporte fiscal de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) al Fisco nacional será «cero», debido a la caída en 80% de los ingresos de la industria por exportación con respecto a 2019. Por lo que esta vez, será la crisis económica más que las leyes que prohíben el uso de recursos públicos en campañas electorales, lo que impedirá el financiamiento de la contienda.

El pico de contagios

Un segundo tema que Leonardo Vera considera importante a la hora de la participación en la contienda del 6D, es la posibilidad de un incremento en el número de contagios por covid-19 en el país. Recuerda la abstención histórica de 45% que hubo recientemente en las elecciones presidenciales de República Dominicana, efectuadas en ambiente de coronavirus. Este país tenía una tasa de contagio de 6,6 casos por cada 100.000 habitantes en julio, no había llegado a su pico.

«¿Qué tan cerca o no se está del pico de la pandemia? Es un aspecto importante que puede determinar el ánimo de las personas para participar o no en una contienda electoral. Si hay mucha gente indecisa y si siente que está en medio del momento más crítico de la pandemia, tiene la mejor excusa para no ir a votar», sostiene.

Venezuela tiene actualmente 3,2 casos por cada 100.000 habitantes, y Vera afima que «eso lleva a pensar que la pandemia en el país apenas está comenzando y un ritmo explosivo de crecimiento». De acuerdo a las proyecciones, destaca que los contagios han aumentado 125% mes a mes, por lo que en noviembre se podría alcanzar a la cifra de 11.000 casos diarios detectados, una cifra similar a la estadística de Colombia actualmente de unos 10.000 por día.

«Este es un escenario al que llegaríamos dos semanas antes de las elecciones y estaríamos llegando al pico de la pandemia. Justamente en la tercera semana de noviembre, en un ambiente de altísimo contagio y donde apenas vamos a ver un pequeño descenso de los casos diarios (…) Son elecciones legislativas, no presidenciales y por lo tanto estimamos que la participación será menor de la que hubo en República Dominicana«, acota.

En cuanto al tema de la legitimidad que la comunidad internacional otorgue a los resultados del 6D, Vera comenta que ya han habido pronunciamientos que hacen prever que no habrá un reconocimiento a las elecciones tal y como están planteadas hoy.

Hace mención a las declaraciones del alto representantes de la Unión Europea, Josep Borrell, quien alertó que «no hay condiciones para un proceso electoral transparente, inclusivo, libre y equitativo». También las de los representantes del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela, el cual está conformado por varios países europeos y latinoamericanos, que rechazaron de plano la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE), así como de las del secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y del secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo.

«En resumen, Maduro lleva a Venezuela a unas elecciones parlamentarias el 6 de diciembre a escasas semanas del pico de la pandemia de covid-19, con muy pocos recursos para mover ese componente clientelar de su electorado, y sin ninguna señal de aprobación o reconocimiento de las instancias de occidentes más importantes», concluye.

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