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miércoles, 1 de diciembre de 2021

En qué se diferencia la izquierda que regresa al poder en Honduras de la que fue derrocada por un golpe en 2009



Xiomara Castro es la primera presidenta electa de Honduras.

 

 

 

“Hasta la victoria siempre”.

La frase pronunciada por la presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, para finalizar su discurso tras los primeros resultados publicados en la noche electoral no pasó desapercibida.

Por BBC Mundo


Que eligiera uno de los lemas más conocidos de la Revolución cubana sirvió a sus detractores para seguir señalándola de “comunista”, una de sus acusaciones más repetidas durante la tensa campaña electoral.

Tras tres gobiernos consecutivos de derecha, parte de la sociedad hondureña más conservadora se empeñó en afirmar estas semanas que el giro a la izquierda del Partido Libertad y Refundación (Libre) de Castro podría convertir al país “en una nueva Venezuela”.

Los rivales de Xiomara Castro insistieron en señalarla de comunista durante la campaña electoral.

 

La comparación, inevitablemente, evocaba fantasmas del pasado. El acercamiento al gobierno de Hugo Chávez por parte del expresidente hondureño Manuel Zelaya —y esposo de Castro— es considerado uno de los detonantes para el golpe de Estado que en 2009 lo sacó del poder.

También lo fue su intención de consultar a la población sobre una posible reforma a la Constitución que abriera la puerta a una reelección presidencial. Y en cambio, ahora Libre plantea la formación de una Asamblea Constituyente de cara a la redacción de una nueva carta magna.

Cuestiones como estas, unidas a la incógnita sobre cuál será la influencia real de Zelaya en el mandato de Castro —oficialmente, él es coordinador del partido Libre y dijo que solo actuaría como “asesor” en el nuevo gobierno— hace que las comparaciones sean inevitables.

¿Podría el nuevo ejecutivo hondureño de izquierdas repetir patrones y llevar a situaciones similares a las de antes del golpe de 2009? ¿Cuál será la postura de Estados Unidos, su principal socio en el exterior, ante el regreso de esa alargada sombra de Zelaya y tras 12 años de gobiernos aliados liderados por el Partido Nacional hondureño?

Diferentes partidos

Para empezar, hay que recordar que aunque tengan puntos en común, el partido que gobernará a partir de enero de 2022 no es el mismo que el que estuvo en el poder en 2009.

 “Hasta la victoria siempre”.

La frase pronunciada por la presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, para finalizar su discurso tras los primeros resultados publicados en la noche electoral no pasó desapercibida.

Por BBC Mundo

Que eligiera uno de los lemas más conocidos de la Revolución cubana sirvió a sus detractores para seguir señalándola de “comunista”, una de sus acusaciones más repetidas durante la tensa campaña electoral.

Tras tres gobiernos consecutivos de derecha, parte de la sociedad hondureña más conservadora se empeñó en afirmar estas semanas que el giro a la izquierda del Partido Libertad y Refundación (Libre) de Castro podría convertir al país “en una nueva Venezuela”.

Los rivales de Xiomara Castro insistieron en señalarla de comunista durante la campaña electoral.

 

La comparación, inevitablemente, evocaba fantasmas del pasado. El acercamiento al gobierno de Hugo Chávez por parte del expresidente hondureño Manuel Zelaya —y esposo de Castro— es considerado uno de los detonantes para el golpe de Estado que en 2009 lo sacó del poder.

También lo fue su intención de consultar a la población sobre una posible reforma a la Constitución que abriera la puerta a una reelección presidencial. Y en cambio, ahora Libre plantea la formación de una Asamblea Constituyente de cara a la redacción de una nueva carta magna.

Cuestiones como estas, unidas a la incógnita sobre cuál será la influencia real de Zelaya en el mandato de Castro —oficialmente, él es coordinador del partido Libre y dijo que solo actuaría como “asesor” en el nuevo gobierno— hace que las comparaciones sean inevitables.

¿Podría el nuevo ejecutivo hondureño de izquierdas repetir patrones y llevar a situaciones similares a las de antes del golpe de 2009? ¿Cuál será la postura de Estados Unidos, su principal socio en el exterior, ante el regreso de esa alargada sombra de Zelaya y tras 12 años de gobiernos aliados liderados por el Partido Nacional hondureño?

Diferentes partidos

Para empezar, hay que recordar que aunque tengan puntos en común, el partido que gobernará a partir de enero de 2022 no es el mismo que el que estuvo en el poder en 2009.

Hay quienes se preguntan qué papel jugará Zelaya en el futuro inmediato de Honduras.

 

Zelaya gobernó en su día bajo la marca del Partido Liberal, una formación que se define más de centro-izquierda y que también participó en estas elecciones de 2021 ocupando el tercer lugar.

El partido Libre, aunque también conserva algunos liberales leales a Zelaya, nació tras el golpe e incorporó a movimientos de izquierdas, ambientalistas y campesinos, entre otros.

Pero lo que marcará aún mayor diferencia sobre su ideario respecto al pasado es la participación en el ejecutivo del partido liderado por el famoso presentador Salvador Nasralla (centro), quien semanas antes de los comicios decidió unirse a Castro en una alianza opositora y que ahora fungirá como vicepresidente.

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