Después de seis horas de retraso, versiones cruzadas, inundaciones, impaciencia, frustración y mucha confrontación se concretó la «tormenta perfecta» para que la Comisión Electoral de la UCV hiciera el anuncio formal que desató el conflicto: las elecciones de la UCV finalmente fueron suspendidas y la nueva fecha será el 9 de junio
Ni en todos los escenarios posibles podría anticiparse lo que terminó ocurriendo en las muy esperadas elecciones en la UCV, previstas para este viernes 26 de mayo.
Después de seis horas de retraso, versiones cruzadas, inundaciones, impaciencia, frustración y mucha confrontación se concretó la «tormenta perfecta» para que la Comisión Electoral de la UCV hiciera el anuncio formal que desató el conflicto: las elecciones de la UCV fueron suspendidas y la nueva fecha será el 9 de junio.
Desde que la fecha del viernes 26 de mayo fue anunciada en febrero de este año, la expectativa fue creciendo en la comunidad universitaria, a la par de la atención de la opinión pública. Paso a paso el cronograma se fue cumpliendo.
Todo estaba listo o debía estar listo, hasta la noche antes de la elección. Aquí algunas claves de todo lo que pudo salir mal en el proceso y que efectivamente pasó.
1. Un «leve retraso»
A las 8:00 am, la Comisión Electoral de la UCV informó a través de su cuenta en twitter que el proceso previsto para iniciar a esa hora sería postergado hasta las 9:00 am y se extendería hasta las 8:00 de la noche. Aseguraron que la decisión había sido notificada a las autoridades universitarias, sin mayor incidencia en el proceso.
Pero cerca de las 10:00 de la mañana, las colas de votantes se extendían por todas las facultades y el proceso estaba estancado. Sin obtener respuestas, la mayoría de los egresados y jubilados adultos mayores que estaban en fila desde las 7:30 am se impacientaban y progresivamente la situación comenzó a generar malestar: muchos decidieron irse con la esperanza de volver al final de la tarde para ejercer su voto.
Jesús Mendoza, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV informó que había un retraso en la entrega de los cotillones electorales. Hasta ese momento los cotillones electorales solo habían llegado a la facultad de Odontología, Ciencias, Ingeniería, Ciencias Económicas y Sociales (Faces) y Ciencias Jurídicas y Políticas.
«El proceso tenía que comenzar a las 8:00 am y apenas están empezando a abrir las mesas porque los cotillones electorales llegaron hace muy poco».
2. Las filtraciones «aguaron» el proceso
A las 10:30 am la versión oficial de la Comisión Electoral era que una filtración había inundado parte del espacio en el cual se almacenaba el material. El primer tuit señalaba que esto se había detectado a las 3:00 de la madrugada, pero al inicio del proceso esto nunca se mencionó. Tres minutos más tarde la Comisión mostraba en un segundo tuit otro video con una escueta frase: «pudimos salvar las boletas electorales», así que no fue considerada una razón de peso que pusiera en riesgo el arranque del proceso.
3. Sabotaje, confusión y frustración
Cerca de las 11:00 de la mañana, a las afueras de la Facultad de Medicina, el candidato a rector, Enrique López Loyo denunciaba que el prolongado retraso se trataba de una acción premeditada de destrucción de material para retardar el proceso y que la gente se retirara. Advirtió que se estaba reimprimiendo parte del material pero que esto iba a tardar y pidió al Ministerio Público investigar debido a que aunque la noche anterior no había llovido, uno de los argumentos para reimprimir era que el material se había destruido por una inundación.
El candidato a rector, Humberto Rojas aseguraba que luego de tres horas de retraso no había explicación formal de lo que ocurría y que sí el proceso iniciaba al mediodía se tendría que extender hasta las 11:00 de la noche.
El reglamento electoral estipula que la jornada debe cubrir un lapso mínimo de diez horas o hasta que haya personas esperando en cola para votar.
4. El naufragio de las papeletas
Con la llegada del mediodía, los ánimos estaban caldeados. Ante el grito unísono de «¡Queremos votar, queremos votar!» de quienes aguardaban en la Facultad de Humanidades y Educación (FHE), los miembros de la subcomisión lograron instalar las mesas con las cajas solo para el voto de los egresados y la fila comenzó a moverse.
Pero la alegría duró poco. Solo tenían a disposición 41 boletas para un padrón electoral de 29.200 egresados de las 10 escuelas que conforman la FHE
En las 11 facultades, la fila de los profesores nunca se inauguró. Las pocas boletas disponibles eran solo las de gobierno (autoridades rectorales y decanato), lo que le permitió votar a estudiantes y a algunos egresados, pero como nunca llegaron las boletas para la elección de los candidatos al cogobierno (consejeros y representantes profesorales) los docentes, quienes conforman el padrón electoral que tiene la proporción de voto 1-1, nunca pudieron siquiera acercarse a las mesas.
Una fuente de la Comisión electoral explicó que como en estas elecciones se incluía por primera vez a empleados administrativos y obreros había surgido un inconveniente adicional: ambos grupos aparecían en el registro definitivo, pero no había cuadernos electorales en los cuales firmar al votar.
5. La reunión de la discordia
A las 2:00 de la tarde la situación era insostenible. Los siete candidatos se habían reunido en la Facultad de Medicina junto a las autoridades y a los miembros de la Comisión Electoral para anunciar lo que ya era impostergable: las elecciones fueron suspendidas.
El candidato a rector Paulino Betancourt ratificó la información y dijo que «debido a múltiples fallas para instalar el acto», por lo cual la fecha sería diferida. Betancourt expresó que toda la Comisión Electoral debe renunciar y que no basta con que el presidente de la instancia ponga su cargo a la orden.
Mientras tanto, en la entrada de la coordinación académica de la Facultad de Medicina se aglomeraba un grupo de estudiantes que exigía entrar a la reunión y entre jalones, empujones, y mucha presión rompieron la puerta e irrumpieron en la sala en la cual se encontraba la rectora Cecilia García Arocha, el secretario Amalio Belmonte, el presidente de la Comisión Electoral Carlos Martín, el expresidente de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv), Víctor Márquez, Ricardo Ríos, representante profesoral ante el Consejo Universitario y otro de los candidatos a rector, Miguel Alfonzo.
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