Al menos 35 presos políticos vinculados a la operación Gedeón fueron trasladados a principios de abril a El Rodeo I, una nueva cárcel de máxima seguridad. La audiencia de juicio de un grupo de presos políticos ha sido diferida en 188 oportunidades. El último de los implicados es el mayor Adrián de Gouveia, que había sido excarcelado en diciembre del año pasado
El 3 de mayo de 2020, en plena pandemia por el covid-19, el gobierno venezolano informó sobre la captura de un grupo de hombres que intentó incursionar por las costas del estado Vargas. La operación, conocida como Gedeón a partir de entonces, vinculó a civiles, al igual que militares venezolanos y estadounidenses, para intentar derrocar a Nicolás Maduro.
Al cumplirse cuatro años de la incursión armada, que tuvo una segunda intentona por el estado Aragua, hay 83 detenidos por estos hechos, que se han enfrentado al retardo procesal, torturas durante su detención y continuos tratos crueles durante su prisión.
La operación Gedeón resultó de un plan gestado por políticos venezolanos y el ex general Clíver Alcalá junto a la contratista estadounidense SilverCorp. El objetivo: incursionar en Venezuela, tomar objetivos militares y derrocar a Nicolás Maduro y sacarlo del país para hacer un traspaso de poder al diputado Juan Guaidó, entonces cabeza de un gobierno interino aprobado desde la Asamblea Nacional electa en 2015. Toda la conspiración fue planeada desde Bogotá, según reconoció la Fiscalía de Colombia en marzo de 2021.
En la primera incursión en las playas de Macuto fallecieron ocho personas, entre ellos el capitán Robert Colina (alias Pantera). La lista de detenidos fue creciendo a medida que avanzó el mes de mayo. En Vargas, Aragua, Zulia, Falcón, Anzoátegui y en la frontera con Colombia se realizaron los arrestos y fueron a sumar el grueso expediente bajo las imputaciones de terrorismo, traición a la patria, rebelión, conspiración con gobierno extranjero, tráfico ilícito de armas de guerra y asociación.
Los primeros condenados por Gedeón fueron los estadounidenses Luke Denman y Airan Berry, quienes admitieron los hechos y fueron sentenciados a 20 años de prisión en la primera audiencia preliminar. El proceso, según su abogado, estuvo plagado de irregularidades.
El 20 de diciembre del año pasado, Denman y Berry fueron liberados junto a otros ciudadanos estadounidenses a cambio del empresario colombiano Alex Saab, en una negociación directa entre las administraciones de Joe Biden y Nicolás Maduro.
Desde el gobierno se recuerda como una victoria «aplastante» gracias a la «unión cívico-militar (…) el pueblo no los dejó y salió a la defensa del territorio».
Los presos de operación Gedeón
Al menos 50 de los involucrados en la conspiración ya fueron procesados y condenados por tribunales. Otros 29 están en la etapa final de juicio ante el Tribunal Cuarto de Control en materia de Terrorismo, a cargo de la jueza Hennit Carolina López. Pero hasta la fecha, según el recuento que hace la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia, la audiencia se ha diferido en 188 ocasiones.
«También hay un grupo que no tuvo ni siquiera la oportunidad de ir a juicio, a ellos nunca les permitieron -en la etapa preliminar- tener un abogado y los obligaron a declararse culpables. Estas personas fueron condenadas. Estamos hablando de más de 50 personas en esta condición», ha dicho la abogada Ana Leonor Acosta.
El último de los implicados en Gedeón fue el mayor Adrián de Gouveia, aunque se desconoce cuáles fueron los fundamentos de la Fiscalía para solicitar su privativa de libertad. El pasado 9 de abril, el tribunal de la causa ordenó su pase a juicio.
De Gouveia había sido excarcelado el 28 de diciembre de 2023, tras ser acusado de «desestabilizar los poderes públicos» junto a otros ocho militares en la llamada operación Armagedón. Fue detenido arbitrariamente el 17 de mayo de 2018 cuando se dirigía a su trabajo en la Comandancia General de la Aviación en La Carlota.
Tampoco se conoce el estatus de las denuncias de torturas verbalizadas en 2021 por los militares Richard Alemán y Angelo Rosales. Ambos señalaron haber sido víctimas de golpizas, descargas eléctricas, asfixia, ahogamientos y abuso sexual con un objeto por parte de funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
¿Dónde están ahora?
Clíver Alcalá, uno de los cabecillas de la operación Gedeón, se encuentra detenido en Estados Unidos y pagando una condena de 21 años de prisión por suministrar armas a las FARC.
Mientras que al menos 35 presos de la operación Gedeón fueron trasladados el pasado 4 de abril, bajo engaños según denunciaron sus familiares, desde la sede de El Helicoide -una de las sedes del Sebin en Caracas- a la cárcel de máxima seguridad El Rodeo I, en las cercanías de Guatire (estado Miranda).
Las condiciones dentro de El Rodeo fueron comparadas como un “centro de torturas”, lamentaron sus familias. Las celdas son de 2×2 y cuentan con una litera, una colchoneta fina y una letrina, no tienen electricidad y solo se les permite tener acceso a agua dos minutos al día. Ninguno de los presos comparte celda y se les prohíbe tener contacto entre ellos. La alimentación es restringida y tampoco reciben luz directa del sol.
Fátima Sequea, hermana del capitán Antonio Sequea, denunció en sus redes sociales que el militar ha perdido peso de forma considerable desde que fue llevado a esa prisión. El militar, identificado como uno de los cabecillas de la operación junto a sus hermanos Juvenal y Juven Sequea, fue condenado a 27 años de prisión.
Gedeón, Foto: EP | Mundo
Justamente, los hermanos Sequea fueron detenidos en Colombia y condenados a seis años de prisión en mayo de 2021 tras aceptar el cargo de brindar apoyo logístico al plan conspirativo. En ese juicio también fue condenado Rayder Russo, conocido por las autoridades venezolanas bajo el alias de «Pico».
Dos meses después, el Tribunal Supremo de Justicia declaró procedente la solicitud de extradición del mayor retirado Juvenal Sequea por los hechos de Gedeón y la «operación Libertad», como se conoció a la intentona golpista del 30 de abril de 2019 liderada por el ex preso político Leopoldo López.
En el caso de Josnars Adolfo Baduel requiere cuatro operaciones debido a secuelas físicas dejadas por las torturas a las que fue sometido, según ha declarado su hermana Andreina Baduel. «Él necesita reconstrucción de los ligamentos de ambas rodillas, reconstrucción del ligamento de hombro, varios tipos de hernias y una lesión en los testículos, producto de descargas eléctricas».
Baduel es hijo del exministro de Defensa Raúl Isaías Baduel, quien falleció bajo custodia el 12 de octubre de 2021 en la sede del Sebin. Fue quien dio aviso a las autoridades sobre el deceso de su padre, debido a su agravamiento tras una operación. Incluso fue intimidado por las autoridades y obligado a filmar un video para «constatar» que había recibido ayuda.
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