LA ORCHILA, Venezuela (Reuters) - Venezuela realizó el viernes un prueba de misiles en el Mar Caribe en un despliegue de su fuerza militar, en el marco de tensas relaciones entre Washington y el presidente izquierdista Hugo Chávez.
Cinco aviones rusos Sukhoi adquiridos por el Gobierno sobrevolaron la base militar en la isla La Orchila, lanzando una bomba de media tonelada y disparando un misil KH-59. Un bote patrullero disparó un Otomat al mismo objetivo en tierra.
El Comandandante de la Fuerza Aérea, Luis José Berroterán, dijo que el recien adquirido equipamento militar ayudaría a Venezuela a rechazar potenciales invasiones.
"Cuando tienes una alta potencia apetecible para potencias extranjeras, tú tienes la obligación con tu pueblo para resguardarla," explicó.
Chávez acusa frecuentemente a Estados Unidos de conspirar para adueñarse de las reservas petroleras de su país y en recientes semanas ha afirmado que la actitud de la Casa Blanca hacia Venezuela es similar a "agresión" contra Irán e Irak.
La prueba fue el primer despliegue del equipo comprado a Rusia y China usando los ingresos récord de la renta petrolera.
Washington ha criticado el equipamiento militar de Chávez, argumentando que podría desestabilizar la región.
Chávez compró los cazas rusos luego que Estados Unidos bloqueara sus intenciones de adquirir aeronaves con tecnología estadounidense.
Venezuela posee el cuarto mayor presupuesto militar en América Latina, aunque analistas dicen que ese gasto es relativamente bajo en relación con su Producto Interno Bruto.
Las tensiones se mantienen entre Estados Unidos, Venezuela y su vecina Colombia -aliada de Washington-, que acusa a Chávez de apoyar a la guerrilla izquierdista de ese país en su lucha contra el Gobierno.
Esta semana, el embajador estadounidense Patrick Duddy dijo que las relaciones entre los dos países atravesaban "tiempos muy difíciles."
Chávez ve el plan estadounidense de relanzar su cuarta flota naval en el Caribe, luego de 60 años, como una amenaza y dice que incidentes como la reciente violación del espacio aéreo por un avión de ese país es una evidencia de hostilidad.
"Estamos amenazados por el Imperio," dijo en mayo tras el incidente, que se produjo cerca de base de La Orchila, donde también hay una residencia presidencial.
"No estamos nosotros dispuestos a caer en provocaciones (...) pero tampoco vamos a permitir la violación de la soberanía de nuestra patria," sentenció.
El incremento de los presupuestos bélicos en Sudamérica ha impulsado una carrera armamentista regional, pero la mayoría de los analistas dicen que los gastos están justificados luego de años de abandono.
La analista de seguridad, Rocío San Miguel, dijo que Venezuela necesita modernizarse militarmente para controlar adecuadamente su vasto territorio y límites marítimos.
"Es legítimo que un Estado renueve sus sistemas de armas y esto en Venezuela es una necesidad," explicó. "El desafío es que no convierta esta adquisición en amenazas a los vecinos."
Cinco aviones rusos Sukhoi adquiridos por el Gobierno sobrevolaron la base militar en la isla La Orchila, lanzando una bomba de media tonelada y disparando un misil KH-59. Un bote patrullero disparó un Otomat al mismo objetivo en tierra.
El Comandandante de la Fuerza Aérea, Luis José Berroterán, dijo que el recien adquirido equipamento militar ayudaría a Venezuela a rechazar potenciales invasiones.
"Cuando tienes una alta potencia apetecible para potencias extranjeras, tú tienes la obligación con tu pueblo para resguardarla," explicó.
Chávez acusa frecuentemente a Estados Unidos de conspirar para adueñarse de las reservas petroleras de su país y en recientes semanas ha afirmado que la actitud de la Casa Blanca hacia Venezuela es similar a "agresión" contra Irán e Irak.
La prueba fue el primer despliegue del equipo comprado a Rusia y China usando los ingresos récord de la renta petrolera.
Washington ha criticado el equipamiento militar de Chávez, argumentando que podría desestabilizar la región.
Chávez compró los cazas rusos luego que Estados Unidos bloqueara sus intenciones de adquirir aeronaves con tecnología estadounidense.
Venezuela posee el cuarto mayor presupuesto militar en América Latina, aunque analistas dicen que ese gasto es relativamente bajo en relación con su Producto Interno Bruto.
Las tensiones se mantienen entre Estados Unidos, Venezuela y su vecina Colombia -aliada de Washington-, que acusa a Chávez de apoyar a la guerrilla izquierdista de ese país en su lucha contra el Gobierno.
Esta semana, el embajador estadounidense Patrick Duddy dijo que las relaciones entre los dos países atravesaban "tiempos muy difíciles."
Chávez ve el plan estadounidense de relanzar su cuarta flota naval en el Caribe, luego de 60 años, como una amenaza y dice que incidentes como la reciente violación del espacio aéreo por un avión de ese país es una evidencia de hostilidad.
"Estamos amenazados por el Imperio," dijo en mayo tras el incidente, que se produjo cerca de base de La Orchila, donde también hay una residencia presidencial.
"No estamos nosotros dispuestos a caer en provocaciones (...) pero tampoco vamos a permitir la violación de la soberanía de nuestra patria," sentenció.
El incremento de los presupuestos bélicos en Sudamérica ha impulsado una carrera armamentista regional, pero la mayoría de los analistas dicen que los gastos están justificados luego de años de abandono.
La analista de seguridad, Rocío San Miguel, dijo que Venezuela necesita modernizarse militarmente para controlar adecuadamente su vasto territorio y límites marítimos.
"Es legítimo que un Estado renueve sus sistemas de armas y esto en Venezuela es una necesidad," explicó. "El desafío es que no convierta esta adquisición en amenazas a los vecinos."
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