Luego de que durante el primer semestre de este año el Ejecutivo nacional aplicara mecanismos para reducir el gasto público y frenar el consumo que venía desbocado, durante el segundo semestre cambia su estrategia flexibilizando el control sobre las erogaciones públicas y comienza a expandir la liquidez monetaria.
Entre finales de junio y hasta la fecha, la liquidez ha aumentado 4,57%, según cifras de Datanálisis. No obstante, esa expansión de la masa monetaria comienza a tener sus efectos sobre el abastecimiento de productos de la cesta básica.
Luis Vicente León, director de Datanálisis, explicó que "el Ejecutivo, una vez que siente que ha controlado el problema de desabastecimiento en el país, decide aumentar el gasto público, y comienza a buscar un mecanismo de crecimiento económico para generar un clima de bienestar en la población".
Sin embargo, una vez que el Gobierno pone a circular más dinero en la calle, la demanda se eleva casi al mismo ritmo, mientras que la oferta de productos sigue siendo insuficiente para atender ese consumo.
De hecho, en las últimas cuatro semanas la escasez de productos regulados se ha incrementado cerca de cinco puntos porcentuales con respecto a 12% en que se ubicaban las fallas a finales del mes de junio. Actualmente la escasez de alimentos se sitúa cerca de 17%, respecto a 33% registrado hacia finales de 2007.
León señaló que la desaceleración que registró la economía venezolana durante el primer semestre también generó una contracción en el consumo de alimentos procesados de 3,37%.
De acuerdo con cifras de Datanálisis, el consumo cayó 1% en enero, 2% en febrero, 4,4% en marzo, 3,2% en abril, 4,5% en mayo y 5,1% durante el mes de junio.
"Uno de los problemas más graves que tuvimos el año pasado fue el desabastecimiento, generado porque se mezcló una expansión de dinero significativa sin confianza real en los productores, lo cual no permitió elevar la oferta local ni las importaciones al ritmo de esa demanda", acotó León.
Pero las políticas de enfriamiento que aplicó el Ejecutivo para frenar la liquidez, aunque son criticables, conceptualmente resultan racionales, según indicó el director de Datanálisis.
"Si se tienen problemas de desabastecimiento severo y de presiones inflacionarias, tienes que reducir la liquidez, el gasto público, aumentar las tasas de interés para reducir el crédito y frenar el consumo (...) tal como ocurrió a lo largo del primer semestre de 2008".Las deficiencias León asegura que si bien es cierto que el Ejecutivo ha realizado notables esfuerzos por mejorar la situación de abastecimiento, lo que está haciendo es maquillando el problema de incapacidad de producción local de alimentos con un incremento significativo en la asignación de divisas para importaciones.
Según cifras de Cadivi citadas por Datanálisis, entre el primero de enero y el ocho de julio el gasto en importación de alimentos alcanza la suma de 2.195 millones de dólares, casi el mismo monto devengado durante todo 2007 cuando se entregaron 2.348 millones de dólares para compras de alimentos en el mercado internacional.
Sin embargo, León considera que las importaciones serán sostenibles mientras el Gobierno tenga recursos para seguirlas costeando, pero advierte que llegará un punto en que no pueda seguir importando al mismo ritmo y volverán a presentarse problemas de escasez.
Estima que es fundamental solucionar el problema de fondo que genera escasez en el mercado, es decir, incentivar la producción local y disminuir las importaciones que van en detrimento de la industria nacional.
Entre finales de junio y hasta la fecha, la liquidez ha aumentado 4,57%, según cifras de Datanálisis. No obstante, esa expansión de la masa monetaria comienza a tener sus efectos sobre el abastecimiento de productos de la cesta básica.
Luis Vicente León, director de Datanálisis, explicó que "el Ejecutivo, una vez que siente que ha controlado el problema de desabastecimiento en el país, decide aumentar el gasto público, y comienza a buscar un mecanismo de crecimiento económico para generar un clima de bienestar en la población".
Sin embargo, una vez que el Gobierno pone a circular más dinero en la calle, la demanda se eleva casi al mismo ritmo, mientras que la oferta de productos sigue siendo insuficiente para atender ese consumo.
De hecho, en las últimas cuatro semanas la escasez de productos regulados se ha incrementado cerca de cinco puntos porcentuales con respecto a 12% en que se ubicaban las fallas a finales del mes de junio. Actualmente la escasez de alimentos se sitúa cerca de 17%, respecto a 33% registrado hacia finales de 2007.
León señaló que la desaceleración que registró la economía venezolana durante el primer semestre también generó una contracción en el consumo de alimentos procesados de 3,37%.
De acuerdo con cifras de Datanálisis, el consumo cayó 1% en enero, 2% en febrero, 4,4% en marzo, 3,2% en abril, 4,5% en mayo y 5,1% durante el mes de junio.
"Uno de los problemas más graves que tuvimos el año pasado fue el desabastecimiento, generado porque se mezcló una expansión de dinero significativa sin confianza real en los productores, lo cual no permitió elevar la oferta local ni las importaciones al ritmo de esa demanda", acotó León.
Pero las políticas de enfriamiento que aplicó el Ejecutivo para frenar la liquidez, aunque son criticables, conceptualmente resultan racionales, según indicó el director de Datanálisis.
"Si se tienen problemas de desabastecimiento severo y de presiones inflacionarias, tienes que reducir la liquidez, el gasto público, aumentar las tasas de interés para reducir el crédito y frenar el consumo (...) tal como ocurrió a lo largo del primer semestre de 2008".Las deficiencias León asegura que si bien es cierto que el Ejecutivo ha realizado notables esfuerzos por mejorar la situación de abastecimiento, lo que está haciendo es maquillando el problema de incapacidad de producción local de alimentos con un incremento significativo en la asignación de divisas para importaciones.
Según cifras de Cadivi citadas por Datanálisis, entre el primero de enero y el ocho de julio el gasto en importación de alimentos alcanza la suma de 2.195 millones de dólares, casi el mismo monto devengado durante todo 2007 cuando se entregaron 2.348 millones de dólares para compras de alimentos en el mercado internacional.
Sin embargo, León considera que las importaciones serán sostenibles mientras el Gobierno tenga recursos para seguirlas costeando, pero advierte que llegará un punto en que no pueda seguir importando al mismo ritmo y volverán a presentarse problemas de escasez.
Estima que es fundamental solucionar el problema de fondo que genera escasez en el mercado, es decir, incentivar la producción local y disminuir las importaciones que van en detrimento de la industria nacional.
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