LA PAZ (Reuters) - El presidente Evo Morales dijo el viernes que podría tomar en cuenta los cambios de último momento impuestos por la autoridad electoral boliviana en las reglas de un referendo revocatorio, una decisión que sumió al país en una nueva polémica política.
La resolución de la Corte Nacional Electoral (CNE) cambió a favor de la oposición las normas para el proceso, que someterá a consulta popular el 10 de agosto la gestión de Morales, el vicepresidente y ocho prefectos, la mayoría de ellos contrarios al Gobierno.
La determinación sobre el referendo fue cuestionada por el vicepresidente Alvaro García, que la consideró una "sugerencia," y por uno de los líderes de la oposición legislativa, Luis Vásquez, que la tildó de anticonstitucional.
Sin aceptar ni rechazar la decisión de la CNE, el mandatario dijo a reporteros que el Poder Ejecutivo la "recoge y toma en cuenta" y aplaudió un renovado compromiso de las autoridades electorales nacionales y regionales de garantizar el referendo del cual el Gobierno espera salir fortalecido.
"Como Poder Ejecutivo esas resoluciones serán tomadas en cuenta," afirmó el indígena Morales, un seguidor de los líderes izquierdistas Hugo Chávez de Venezuela y Fidel Castro de Cuba.
"En este momento opinaría mal si algunas resoluciones de la Corte Electoral tienen más poder que una ley aprobada por el Congreso nacional (...), eso habría que estudiar. Esperamos que (la CNE) siempre esté manejada en la legalidad pero fundamentalmente en legitimidad y democracia," agregó.
La CNE resolvió el jueves, a título de "criterio técnico electoral de aplicación," que se necesitará al menos la mitad más uno de los votos válidos para revocar los mandatos de los prefectos regionales, aunque mantuvo la exigencia de más de 53.7 por ciento de votos para revocar al presidente Evo Morales.
En todos los casos, los votos a favor de la revocatoria deberían ser más que los obtenidos por cada autoridad en los comicios que ganaron en diciembre del 2005.
La resolución de la Corte Nacional Electoral (CNE) cambió a favor de la oposición las normas para el proceso, que someterá a consulta popular el 10 de agosto la gestión de Morales, el vicepresidente y ocho prefectos, la mayoría de ellos contrarios al Gobierno.
La determinación sobre el referendo fue cuestionada por el vicepresidente Alvaro García, que la consideró una "sugerencia," y por uno de los líderes de la oposición legislativa, Luis Vásquez, que la tildó de anticonstitucional.
Sin aceptar ni rechazar la decisión de la CNE, el mandatario dijo a reporteros que el Poder Ejecutivo la "recoge y toma en cuenta" y aplaudió un renovado compromiso de las autoridades electorales nacionales y regionales de garantizar el referendo del cual el Gobierno espera salir fortalecido.
"Como Poder Ejecutivo esas resoluciones serán tomadas en cuenta," afirmó el indígena Morales, un seguidor de los líderes izquierdistas Hugo Chávez de Venezuela y Fidel Castro de Cuba.
"En este momento opinaría mal si algunas resoluciones de la Corte Electoral tienen más poder que una ley aprobada por el Congreso nacional (...), eso habría que estudiar. Esperamos que (la CNE) siempre esté manejada en la legalidad pero fundamentalmente en legitimidad y democracia," agregó.
La CNE resolvió el jueves, a título de "criterio técnico electoral de aplicación," que se necesitará al menos la mitad más uno de los votos válidos para revocar los mandatos de los prefectos regionales, aunque mantuvo la exigencia de más de 53.7 por ciento de votos para revocar al presidente Evo Morales.
En todos los casos, los votos a favor de la revocatoria deberían ser más que los obtenidos por cada autoridad en los comicios que ganaron en diciembre del 2005.
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