BUENOS AIRES (Reuters) - La automotriz Renault suspendió por 11 días a 1.000 empleados argentinos como consecuencia de una caída en las exportaciones por la crisis económica global, dijeron el sábado medios locales.
El Ministerio de Trabajo informó que los trabajadores de la planta que la firma posee en Santa Isabel, provincia de Córdoba, serán suspendidos en diferentes lapsos a lo largo de noviembre y diciembre por un total de 11 días, según el periódico La Nación.
"El despido tiene que ser la última solución", dijo el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Los medios estimaron en 1.400 los empleados totales de Renault en Argentina, que exporta gran parte de su producción.
"Se frenaron totalmente las ventas a Brasil y México, nuestros dos principales mercados externos, y para nosotros la exportación es el 27 por ciento de las ventas", dijo al diario Clarín una fuente de Renault.
Muchos temen que la crisis internacional sacuda a la industria automotriz local, uno de los motores de la pujante recuperación económica del país a partir del 2002, y desde entonces ha crecido a tasas superiores al 8 por ciento anual.
Otras automotrices que también exportan una importante porción de su producción anunciaron suspensiones recientemente y el Gobierno pelea para evitar una ola de despidos en un país que tiene casi a un tercio de su población en la pobreza.
El Ministerio de Trabajo informó que los trabajadores de la planta que la firma posee en Santa Isabel, provincia de Córdoba, serán suspendidos en diferentes lapsos a lo largo de noviembre y diciembre por un total de 11 días, según el periódico La Nación.
"El despido tiene que ser la última solución", dijo el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Los medios estimaron en 1.400 los empleados totales de Renault en Argentina, que exporta gran parte de su producción.
"Se frenaron totalmente las ventas a Brasil y México, nuestros dos principales mercados externos, y para nosotros la exportación es el 27 por ciento de las ventas", dijo al diario Clarín una fuente de Renault.
Muchos temen que la crisis internacional sacuda a la industria automotriz local, uno de los motores de la pujante recuperación económica del país a partir del 2002, y desde entonces ha crecido a tasas superiores al 8 por ciento anual.
Otras automotrices que también exportan una importante porción de su producción anunciaron suspensiones recientemente y el Gobierno pelea para evitar una ola de despidos en un país que tiene casi a un tercio de su población en la pobreza.
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