CHICAGO (Reuters) - El presidente electo Barack Obama nombró el lunes a su ex rival Hillary Clinton como secretaria de Estado y anunció que Robert Gates seguirá en el despacho de Defensa, como parte de un equipo de seguridad nacional que tendrá la tarea de recuperar el liderazgo mundial de Estados Unidos.
Clinton y Gates, que en el pasado se han enfrentado con Obama por cuestiones de política exterior y defensa, implementarán el plan de Obama de reconstruir la imagen estadounidense en el exterior y de revaluar las guerras en Irak y Afganistán.
Obama descartó diferencias con la mujer con la que compitió en la carrera por una nominación demócrata y dijo que daba la bienvenida a un vigoroso debate entre las opiniones de su equipo.
"Reuní a este equipo porque creo fervientemente en las personalidades fuertes y las opiniones fuertes. Creo que así es como se toman las mejores decisiones", dijo Obama en una conferencia de prensa.
Clinton, parada junto a Obama en un escenario en Chicago, dijo que Estados Unidos debía confiar en sus amigos para ayudar a confrontar amenazas como el calentamiento global y el terrorismo, en una crítica implícita al enfoque unilateral del presidente George W. Bush.
"Si bien seguimos decididos a defender nuestras libertades a toda costa, también queremos volver a tener el apoyo del mundo, buscando causas comunes y una posición de superioridad", dijo Clinton.
Junto a Clinton y Gates, Obama nombró al general marino retirado James Jones como asesor de seguridad nacional y a la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, como jefa de seguridad interior.
También designó al ex funcionario del departamento de Justicia Eric Holder como fiscal general y a Susan Rice, asesora de política exterior de Obama en su campaña presidencial, como embajadora ante Naciones Unidas (ONU).
Todos los nominados está previsto que obtengan una rápida confirmación del Senado, controlado por los demócratas.
Los anuncios adquirieron un mayor énfasis por los ataques de la semana pasada en Mumbai, India, donde atentados coordinados por parte de hombres armados dejaron casi 200 personas muertas, de las cuales al menos cinco eran ciudadanos estadounidenses. El episodio elevó las tensiones entre el país y su vecino Pakistán, ambos con poderío nuclear.
En medio de sondeos de opinión que muestran que la mayoría de estadounidenses está más preocupado por la economía que por la seguridad nacional, Obama pasó gran parte de la semana pasada nombrando a importantes miembros de su equipo económico y presentándose como un presidente fuerte.
Pero los ataques de Mumbai dejaron en evidencia que Obama no podrá darse el lujo de concentrarse sólo en la economía una vez que reemplace a Bush.
GATES OFRECE CONTINUIDAD
En cuanto a Gates, el funcionario había dicho que quería irse al final del Gobierno de Bush, pero ahora es incierto cuánto tiempo planea quedarse en el nuevo equipo.
Aunque Gates evitó criticar directamente a Obama durante la campaña electoral, ha defendido políticas que se han enfrentado a algunas ideas del presidente electo, por ejemplo en cuestiones como la guerra de Irak.
Obama quiere retirar a las tropas estadounidenses de Irak a los 16 meses de asumir la presidencia, pero Gates está en contra de fijar cronogramas y dice que un rápido retiro podría poner en peligro las mejoras en la seguridad logradas el año pasado.
Sin embargo, Gates ha sido elogiado tanto por demócratas como republicanos desde que asumió el mando del Pentágono de manos de Donald Rumsfeld en el 2006, y su confirmación ofrece una continuidad en un momento en que Estados Unidos combate guerras en Irak y Afganistán.
Mientras que en otro frente, Obama chocó con Clinton en una dura campaña por la nominación presidencial demócrata.
La senadora tuvo un discurso más duro diciendo que "destruiría" a Irán si atacaba a Israel y criticando como "ingenua" la propuesta de Obama de mantener negociaciones directas con enemigos como Irán y Corea del Norte.
Clinton y Gates, que en el pasado se han enfrentado con Obama por cuestiones de política exterior y defensa, implementarán el plan de Obama de reconstruir la imagen estadounidense en el exterior y de revaluar las guerras en Irak y Afganistán.
Obama descartó diferencias con la mujer con la que compitió en la carrera por una nominación demócrata y dijo que daba la bienvenida a un vigoroso debate entre las opiniones de su equipo.
"Reuní a este equipo porque creo fervientemente en las personalidades fuertes y las opiniones fuertes. Creo que así es como se toman las mejores decisiones", dijo Obama en una conferencia de prensa.
Clinton, parada junto a Obama en un escenario en Chicago, dijo que Estados Unidos debía confiar en sus amigos para ayudar a confrontar amenazas como el calentamiento global y el terrorismo, en una crítica implícita al enfoque unilateral del presidente George W. Bush.
"Si bien seguimos decididos a defender nuestras libertades a toda costa, también queremos volver a tener el apoyo del mundo, buscando causas comunes y una posición de superioridad", dijo Clinton.
Junto a Clinton y Gates, Obama nombró al general marino retirado James Jones como asesor de seguridad nacional y a la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, como jefa de seguridad interior.
También designó al ex funcionario del departamento de Justicia Eric Holder como fiscal general y a Susan Rice, asesora de política exterior de Obama en su campaña presidencial, como embajadora ante Naciones Unidas (ONU).
Todos los nominados está previsto que obtengan una rápida confirmación del Senado, controlado por los demócratas.
Los anuncios adquirieron un mayor énfasis por los ataques de la semana pasada en Mumbai, India, donde atentados coordinados por parte de hombres armados dejaron casi 200 personas muertas, de las cuales al menos cinco eran ciudadanos estadounidenses. El episodio elevó las tensiones entre el país y su vecino Pakistán, ambos con poderío nuclear.
En medio de sondeos de opinión que muestran que la mayoría de estadounidenses está más preocupado por la economía que por la seguridad nacional, Obama pasó gran parte de la semana pasada nombrando a importantes miembros de su equipo económico y presentándose como un presidente fuerte.
Pero los ataques de Mumbai dejaron en evidencia que Obama no podrá darse el lujo de concentrarse sólo en la economía una vez que reemplace a Bush.
GATES OFRECE CONTINUIDAD
En cuanto a Gates, el funcionario había dicho que quería irse al final del Gobierno de Bush, pero ahora es incierto cuánto tiempo planea quedarse en el nuevo equipo.
Aunque Gates evitó criticar directamente a Obama durante la campaña electoral, ha defendido políticas que se han enfrentado a algunas ideas del presidente electo, por ejemplo en cuestiones como la guerra de Irak.
Obama quiere retirar a las tropas estadounidenses de Irak a los 16 meses de asumir la presidencia, pero Gates está en contra de fijar cronogramas y dice que un rápido retiro podría poner en peligro las mejoras en la seguridad logradas el año pasado.
Sin embargo, Gates ha sido elogiado tanto por demócratas como republicanos desde que asumió el mando del Pentágono de manos de Donald Rumsfeld en el 2006, y su confirmación ofrece una continuidad en un momento en que Estados Unidos combate guerras en Irak y Afganistán.
Mientras que en otro frente, Obama chocó con Clinton en una dura campaña por la nominación presidencial demócrata.
La senadora tuvo un discurso más duro diciendo que "destruiría" a Irán si atacaba a Israel y criticando como "ingenua" la propuesta de Obama de mantener negociaciones directas con enemigos como Irán y Corea del Norte.
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