.

.

Translate

sábado, 27 de junio de 2009

RESCATAR la soberanía popular de Julio César Arreaza B.


Hace 200 años los venezolanos decidimos abolir la monarquía y en su lugar instaurar la república. Hoy en pleno siglo XXI nos enfrentamos a un régimen que sojuzga a la nación desde hace 10 años y pretende por medios ilegítimos alterar la decisión histórica tomada por el pueblo para siempre, y establecer un despotismo con el ropaje seudo republicano de unos poderes públicos controlados por una sola persona; pero ese autoritarismo choca y chocará indefectiblemente contra el dique del sentimiento democrático arraigado en lo profundo del ser venezolano.

Los poderes Públicos manan, según prescribe la Constitución, de la voluntad social derivada del ejercicio cabal de la soberanía popular. Por eso los venezolanos de hoy, como los de ayer, jamás permitiremos la restauración de la monarquía en su versión de despotismo militar personalista. Ratificamos el apego a los principios republicanos fundacionales que exigen la vigencia del Estado de Derecho para el desenvolvimiento normal de la sociedad democrática, alrededor del eje de la separación efectiva de los poderes públicos constitucionalmente definidos y en la expresa prohibición de su secuestro por una persona o grupo.

La participación ciudadana es esencial en el proceso de formación de las leyes, por eso en ejercicio de nuestros derechos políticos, rechazamos que se legisle de espaldas a la opinión pública.

Las actuaciones del CNE siguen generando desconfianza en la institución del voto, al que sustraen con un sinnúmero de restricciones su finalidad de elegir.

El proyecto de Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPE) carece de transparencia y tiende a favorecer a un solo sector, que pierde cada día el apoyo de las mayorías, mediante el vacío normativo que potencia la alta discrecionalidad del ente electoral y la constante emisión de reglas de juego sobrevenidas.

El CNE tiene planteado ir eliminando y socavando los controles ya establecidos, como conquista de los electores, en la Ley Orgánica del Sufragio; también el ente comicial dejaría sin efecto los acuerdos suscritos y demás prevenciones obtenidas para garantizar la confiabilidad del voto. El alto grado de discrecionalidad con que actúa conlleva la creación arbitraria de nuevas circunscripciones y eliminación de los circuitos existentes, en función de favorecer al régimen.

La LOPE legaliza una serie de irregularidades denunciadas en el pasado y crea incertidumbres con relación a temas que ya habían sido resueltos, nos referimos a las auditorías, observadores internacionales, transmisión de actas de votación, apertura de las cajas contentivas de los sufragios, el voto en el exterior y el uso de los cuadernos de votación. Suprime la obligación del CNE de entregar el registro electoral con direcciones para practicar auditorías, la convocatoria a elecciones con al menos seis meses de anticipación y el cierre de las mesas de votación a una hora fija y no discrecional.

Se opera un cambio en el sistema electoral venezolano cuando de un plumazo se elimina la representación proporcional fijada en la Constitución. Sépase que en el sistema de representación por mayoría, el que saca un voto más que los demás, se lleva todo. El ejemplo perverso de las morochas no debe repetirse y resulta conveniente que se continúe aplicando el sistema electoral mixto alemán.

Los ciudadanos en defensa y ejercicio de sus derechos políticos rechazan la conducta segada del TSJ al decidir que hasta tanto se apruebe la LOPE, no podrán realizarse las elecciones constitucionalmente previstas, como la de concejales.
El remedio adecuado para ponerle fin a la demolición de la república adelantada por un régimen que se separa cada día más de la Constitución y del favor de las mayorías, es el rescate de la soberanía popular por parte de la sociedad democrática que asegure la pureza del sufragio.

Hace 200 años nuestros predecesores dieron el paso fundamental para crear una república, ellos se empeñaron en una lucha sin cuartel para transformarnos de “antiguos súbditos” a “ciudadanos”. No permitiremos que esta conquista histórica nos sea arrebatada por un régimen forajido.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.