El historiador Guillermo Morón | Foto: Manuel Sardá
El historiador Guillermo Morón contestó la entrevista ping pong de esta semana
—¿En qué página va esta historia llamada República Bolivariana de Venezuela?
—En la más oscura de toda su historia.
—¿Eliminaría el término "bolivariana"?
—Sí, no es necesario.
—¿Fue Chávez un gendarme necesario?
—¡En absoluto!.. Vallenilla Lanz se refería a un hombre distinto, que metía a los robagallinas en la cárcel.
—¿Se repite la historia?
—Solo en apariencias.
—¿Otra "primera combatiente"?
—No ha habido una idiotez semejante en la historia.
—Usted dictó conferencias a los militares durante la democracia. ¿Qué les pasó?
—A los militares, nada. Le pasó fue al pueblo, que se acobardó.
—¿Quién vive más: Chávez o Bolívar?
—Chávez no vive y la lucha no sigue. Bolívar es como Carlomagno y Napoleón.
—De vivir don Simón...
—Diría "perdí el tiempo", al menos con Venezuela.
—¿Y con Ecuador y Bolivia?
—Ya vemos que no.
—¿Por qué el proceso se refugia en el pasado?
—Porque no le queda más remedio.
—De vivir Manuelita Sáenz en esta época, ¿qué sería?
—Lo que fue siempre: una medio sinvergüenza.
—¿Una virtud?
—Difícil. Fue infiel al marido y a Bolívar. La han proyectado exageradamente fuera de contexto histórico.
—¿Qué libertó ella en el Libertador?
—Es una frase cariñosa de Bolívar, que sabía tratar muy bien a las mujeres.
—¿El defecto de Bolívar?
—Creer, creer y creer.
—¿El pecado de Páez?
—Abandonar a su esposa, pero fundó una república.
—¿Entre estas milicias y las montoneras de Cipriano Castro?
—(Risas) Las de Castro tenían una cierta explicación. Lo de hoy se dirige desde Cuba.
—¿La oposición ayer y hoy?
—Antes había buenos dirigentes. Hoy no encuentro una buena relación.
—¿Aprendió la lección?
—Cierta oposición, con Aveledo de presidente, que tuvo mucha mano izquierda.
—¿Persiste la oposición a Bolívar?
—En absoluto. Bolívar repercute en todo el continente. En China lo verán como un santo.
—Y para el gobierno, ¿son los chinos unos santos?
—No lo son, pues están siendo los amos del mundo, como los fenicios en el siglo XVI, cuando tomaron todo el Mediterráneo sin disparar un tiro.
—¿Persistirán los militares?
—(Risas) Cuando pasen nuevas generaciones, como las habidas en democracia, cuando apenas se nombraba a los militares.
—¿La metamorfosis castrense?
—La Guardia Nacional fue lo mejor que tuvimos desde que se fundó, en 1937, hasta que llegó Chávez y dijo que había que destruirla. Y la llenó de corruptos y malandros.
—¿La revolución bonita?
—De las 33 que conozco, la Independencia. No hay otra.
—¿Se parece este Parlamento al que otorgó poderes absolutos a Bolívar?
—¡En absoluto! Esta no es una asamblea, sino un poder único.
—¿Una injusticia histórica?
—Y la más cruel: lo que estamos sufriendo. Lo peor desde el siglo XVI.
—¿Un logro en los últimos 16 años?
— Despertar a la gente joven y a la conciencia nacional.
—¿Por qué algunos mandatarios tienen tanta sed de historia?
—Todo el que ha gobernado tiene cierto sentimiento de superioridad.
—¿El menos sediento?
—Luis Herrera Campíns y Jaime Lusinchi.
—¿La historia necesaria?
—La que cumple con sus deberes en el tiempo necesario para hacer feliz a un pueblo.
—¿Qué se gana con excluir a algunos personajes de los libros de historia?
—Exaltarlos más, al menos eso pasa con la gente inteligente.
—¿La historia escondida?
—Las virtudes del pueblo venezolano desde el siglo XVI.
—¿Un prejuicio histórico?
—Creer que en Venezuela hay razas. Todos somos mestizos desde el siglo XVIII.
—¿Existen historiadores de izquierda y de derecha?
—Sí. De la izquierda, Federico Brito Figueroa, dice que yo maté a Zamora. No hay que ideologizar la historia.
—¿Se parece Chávez a Zamora?
—¡En nada!
— Si "nació rico y murió pobre", ¿pensó Bolívar que ser rico es malo?
—Siempre pensó que era muy bueno, sobre todo cuando vivió en París con una renta anual de 4 millones de pesos, que hoy serían como 4 millones de dólares.
—¿Un miedo histórico parecido al actual?
—Nunca en la historia todos tuvimos miedo.
—¿Un hecho que se asemeje a los 24.000 muertos ocasionados por el hampa en 2013?
—Solo en las guerras universales.
—¿Un héroe del siglo XX?
—Ninguno.
—¿Del XXI?
—Menos todavía. Los héroes aparecen de tarde en tarde.
—¿Las próximas estatuas?
—Espero que las actuales sean derribadas; son producto de la ficción y su final siempre será el derribo, como pasó con las de Guzmán Blanco.
—¿Es admirable la campaña de la oposición?
—No. Le falta que sea admirable.
—¿Tendrá esta historia un final de historia?
—Todos los finales son históricos, mientras cambien para mejor.
—¿Qué pasaría en Venezuela si el chavismo se convirtiese en oposición?
—Sería magnífico, pues desaparecería. El chavismo no tiene una ideología, sino una ambición de poder.
