.

.

Translate

sábado, 23 de mayo de 2015

Indican que caída en nivel de Camatagua aún no es crítica


Este embalse abastece a más de 40% de la población de Caracas

imageRotate
Más de dos horas se tardan quienes van a las tomas de agua que están en la Cota Mil a llenar sus pipotes VICENTE CORREALE

El embalse de Camatagua ha bajado su nivel, actualmente se encuentra en 295 metros sobre el nivel del mar cuando su cota normal es de 301,66 metros. Sin embargo, esta situación "no debe causar alarma porque estamos por comenzar la temporada de lluvia, pero sí hay que hacerle un seguimiento".

La afirmación la hizo ayer Ernesto González Rivas, biólogo, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias de la UCV, durante una charla sobre el embalse Camatagua y los cambios que ha tenido en los últimos 20 años. Indicó que Camatagua sigue siendo la fuente de agua más importante de la ciudad, ya que abastece a más de 40% de la población. También recordó que en el año 2013 se presentó una crisis de agua similar a la actual por el fenómeno de El Niño, "y gracias al racionamiento que se aplicó se pudo ahorrar agua y recuperar".

El experto alertó que Camatagua está recibiendo agua contaminada del embalse de Taiguaiguay, a través de la cuenca del río Guárico, y eso ha hecho que las características limnológicas (de la calidad del agua) hayan cambiado desfavorablemente en los últimos 20 años. No obstante, aclaró que "eso no significa que el agua que recibe Caracas esté contaminada porque una cosa es el líquido del embalse y otra cosa es lo que se capta y luego se trata en las plantas de tratamiento de Hidrocapital". Agregó que si hay algún problema de calidad de agua se debe a otros factores "como las condiciones de la red de distribución y las tuberías internas de los inmuebles".

En la charla, que se realizó en la sede del Instituto de Biología Experimental de la UCV en Colinas de Bello Monte, participó la gerente de Tratamiento de Hidrocapital, Silvia Salazar Riquelme, quien habló sobre el proyecto de rehabilitación de las cuatro plantas de tratamiento de Caracas que realiza la hidrológica, en el cual no han podido avanzar porque han registrado dificultades para conseguir las divisas.

Dijo, además, que las cinco tomas que existen en El Ávila no se han podido aprovechar más, primero, por la sequía y segundo, por la invasión de indigentes que hay en este sector, "pero estamos trabajando para solucionar este problema", acotó Salazar Riquelme.

Ayer en las tomas de agua ubicadas en la Cota Mil, a la altura del Distribuidor La Castellana, había una fila de quince carros. Los que allí acuden esperan hasta tres horas para llenar sus pipotes pero lo hacen con gusto. Alegan que es agua de manantial y que es una ayuda para el bolsillo.

"El botellón de agua pasó de Bs 60 a 80. Y ahora, en tiempos de escasez, en la bodega te cobran hasta Bs 100, por eso prefiero venir aquí", dijo Teodora Orta. Aguardando su turno también estaba Aquiles Suárez, quien llevó seis botellones. "Yo vivo en Guatire y allí el agua que recibimos es de pozo, no es apta para el consumo. Hace cinco años vengo a estas tomas, pues es costoso comprar el agua que necesitamos para beber y cocinar. Mario Noriega, de Caricuao, piensa que la escasez ha llevado a más personas al lugar. En su zona se va el agua el jueves y la ponen el viernes al mediodía.