El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó a retomar el camino de la paz en Medio Oriente
El funeral del ex
presidente de Israel Shimon Peres, celebrado ayer en Jerusalén, fue el
escenario de nuevos esfuerzos por acercar a los dirigentes israelíes y
palestinos, que estuvieron rodeados de líderes mundiales. 90
delegaciones de 70 países asistieron a las exequias y homenaje póstumo a
Peres.
El
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su última visita a
Jerusalén como mandatario instó a las partes a retomar el camino de la
paz. Sostuvo que incluso frente a los ataques terroristas y pese a las
repetidas decepciones en la mesa de negociación, los palestinos debían
ser vistos como iguales en dignidad a los judíos y, por tanto, debían
ser iguales en su derecho a la autodeterminación.
Poco
antes se produjo la imagen del día, el apretón de manos –el primero en
seis años– entre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el
presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas. "Hace
mucho tiempo que no nos vemos", le expresó Abbas a Netanyahu, que le
agradeció haber asistido al funeral. Es la primera vez que el dirigente
palestino acude a Jerusalén de manera oficial desde 2010. La esposa de
Netanyahu, Sara, a quien Abbas saludó calurosamente, dijo: "Le esperamos
en casa".
En
los mensajes de pésame expresados por dirigentes mundiales y en el
discurso de Obama se reiteraron los llamados a rescatar la figura o
legado "inacabado" de Peres para impulsar el diálogo de paz en Medio
Oriente, estancado desde hace más de dos años.
El
portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Emanuel Nahsón, declaró
que con motivo del funeral tuvieron “una pequeña reunión de las Naciones
Unidas".
El
partido nacionalista palestino Al Fatah, azuzado por las críticas
internas y de calle, justificó la presencia de Abbas en el funeral con
el argumento de que se trataba de dar "un mensaje palestino de paz al
mundo".
El
féretro con los restos mortales de Peres fue enterrado en el cementerio
del monte Herzl de Jerusalén, a unos metros de donde reposa otro Nobel
de la Paz, Yitzhak Rabin, el primer ministro asesinado por un judío
extremista.
Las
exequias de Peres, fallecido el miércoles a los 93 años de edad, fueron
un emotivo homenaje a uno de los fundadores del Estado de Israel e
impulsor de los acuerdos de Oslo en 1993.
Yoni, uno de sus hijos, hizo reír a la multitud cuando relató lo que su padre le decía: "P
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