El año 2016 será recordado por los
operadores turísticos como el peor de la historia. La ocupación hotelera
apenas alcanzó 40,68%, según cifras de la Federación Nacional de
Hoteles de Venezuela. Y aunque las dos primeras semanas de enero el
comportamiento mejoró, las expectativas para los asuetos de Carnaval y
Semana Santa no son positivas.
“Si las proyecciones de ocupación
para Carnaval se fundamentan en las reservaciones, hasta ahora son
negativas porque están en cero”, aseguró José Alberto Núñez, presidente
de la Fenahoven. “En años anteriores para esta fecha ya había destinos
como Margarita, Anzoátegui, Falcón y Mérida que estaban copados. Pero
dado que persiste la crisis económica, salir de vacaciones sigue sin ser
prioritario para las familias porque se mantienen enfocadas en
conseguir alimentos”.
Sin embargo, hay destinos que son
impredecibles y, aunque los turistas no hacen reservaciones en los
hoteles, a la región llega gran cantidad de ellos. “Esto ocurre porque
la situación económica ha generado una nueva tendencia: los
vacacionistas se están movilizando a casa de familiares o amigos y
también entre varias parejas alquilan un apartamento para reducir
gastos”, aseveró.
Rafael Guerra, vicepresidente de
Conseturismo, añadió que el sector comenzó el año con buen pie gracias a
eventos circunstanciales que generaron una ocupación entre moderada y
baja. “Sin duda mejor que la de diciembre”.
Indicó que lo ayudó a sumar ingresos
la visita de turistas extranjeros provenientes de Argentina y Colombia,
un evento de motorizados que tuvo lugar en Margarita, la gran cantidad
de feligreses que participaron en la conmemoración del Día de la Divina
Pastora en Barquisimeto y el funcionamiento del teleférico en Mérida.
“Se mantienen las mismas condiciones
económicas del año pasado y no parece que se vayan a producir cambios en
las políticas públicas que genere prosperidad para la población y,
entonces, puedan tener otra prioridad que no sea satisfacer la necesidad
básica de alimentación”, expresó Guerra.
“El sector está obligado a ser
optimista, creativo e innovador” para subsistir. Por ello se apoyan en
actividades como la Feria del Sol en Mérida o la organización de una
válida en aguas abiertas en el Parque Nacional Morrocoy con la
participación de 600 atletas para atraer a los turistas en febrero y
producir ingresos.
“La crisis económica ha hecho que por
primera vez los hoteleros salgan a la calle a mercadear sus productos.
Antes eran administradores en sillones y eso se acabo”, afirmó el
presidente de Fenahoven.
Severa caída. El año pasado la ocupación hotelera acumulada descendió 20,12% con respecto a 2015, cuando se situó en 60,8%, según cifras de la Fenahoven. “El peor registro en la memoria de los hoteleros”, agregó José Alberto Núñez.
Severa caída. El año pasado la ocupación hotelera acumulada descendió 20,12% con respecto a 2015, cuando se situó en 60,8%, según cifras de la Fenahoven. “El peor registro en la memoria de los hoteleros”, agregó José Alberto Núñez.
Durante los meses de junio, julio,
agosto y septiembre, que suelen ser de temporada alta por las vacaciones
escolares, se produjo la caída más fuerte: apenas se llenaron entre 34%
y 35% de las camas disponibles.
Las regiones que experimentaron el
peor descenso en un año fueron Aragua con 55,63%; Nueva Esparta 53,03%,
Distrito Capital 52,77%, Lara 52,25%, Anzoátegui 52,07%, que
consiguieron llenar un poco más de la mitad de las habitaciones. Le
siguieron Falcón 49,79%, Vargas 47,52% y Monagas 44,39%, Sucre 38,40%,
Bolívar 38,33%, Mérida 37,33%, Zulia y Carabobo.Las fuentes del sector
turísticos apuntaron que una de las razones de ese descenso fue que el
poder adquisitivo de los venezolanos cayó significativamente en 2016 y
el salario apenas alcanzó para cubrir las necesidades fundamentales en
especial la de alimentación.
Pasajes por las nubes
Viajar representa un gasto que no
muchos pueden permitirse. Un boleto Caracas-Margarita, ida y vuelta,
cuesta entre 32.360 y 37.871 bolívares en la estatal Conviasa, mientras
que en la aerolínea Laser 36.555 bolívares. Para El Vigia, donde está
ubicado el aeropuerto más cercano a Mérida, el boleto vale 45.350
bolívares en las dos aerolíneas. Sin embargo, para ninguno de los dos
destinos hay cupos disponibles para carnavales.
Dante Salvatorelli, presidente de la
Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo, señaló que la
falta de disponibilidad de boletos se debe a la reducción de frecuencias
de vuelos de las aerolíneas, lo que genera fallas en la conectividad.
Antes volaban tres o cuatro veces a
un mismo destino, pero ahora la frecuencia se redujo a una vez por día
porque la boletería a precio regulado no alcanza para cubrir los costos
operativos de los vuelos. Tal es el caso de Acerca, que canceló ocho
vuelos nacionales y dos internacionales.
Refirió que desplazarse a los
destinos turísticos por vía terrestre ha dejado de ser una opción por la
inseguridad, el deterioro de la vialidad y la falta de repuestos para
los vehículos.
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