La escasez de insumos vuelve a
afectar a las panaderías de Caracas. La ausencia de harina de trigo
regulada y los elevados precios de la importada han provocado que los
establecimientos dependan de otros productos para subsistir.
El encargado de una panadería en
Chacaíto señaló que el 27 de diciembre les llegaron 35 sacos de harina
de trigo regulada, pero solo alcanzó para 10 días. Después de 2 meses
sin sacar pan, pudieron hornear del tipo francés hasta el 6 de enero, y
lo vendieron en 4.800 bolívares.
En el transcurso del mes han
mantenido el negocio con la venta de cachitos, pan andino y de queso. El
martes lograron hornear 100 piezas pequeñas de campesino –que lo
vendieron en 10.000 bolívares– con un saco de harina nacional que les
costó 1.400.000 bolívares. Sin embargo, dijo que no es rentable emplear
un saco porque las ganancias no son suficientes para comprar el insumo
con frecuencia.
En otra panadería de Chacaíto
recibieron el insumo regulado el 28 de diciembre, pero les alcanzó 3
días para elaborar pan francés. El encargado aseguró que no les
despacharon levadura, por lo que tuvieron que comprarla importada en
500.000 bolívares el medio kilo. “Aun así tuvimos que vender el pan a
precio regulado”, dijo.
Con una harina importada que compró
en 2 millones de bolívares el saco de 45 kilos, logran hornear de vez en
cuando pan del tipo gallego en 18.000 bolívares. “Pero evitamos
preparar pan con esa harina porque sería muy costoso para el cliente”,
indicó.
“Aquí no hay harina y el despacho es
inconstante”, afirmó el encargado de un comercio en Los Ruices. No les
distribuyen el insumo desde el 9 de enero, que les alcanzó hasta el
miércoles pasado cuando vendieron el campesino en 8.000 bolívares. “Es
imposible pagar los sueldos de los empleados solo con la venta de
panes”.
La dueña de una panadería situada
en La Carlota contó que solo le quedaban dos sacos de harina –uno sería
para la panadería y el otro para pastelería– y que no disponía de
azúcar. “No sé qué vamos a hacer. Esta semana rechacé un saco de harina
de 2 millones de bolívares porque cada pan costaría 30.000 bolívares y
los consumidores no estarían dispuestos a comprarlo. Además, el saco de
azúcar lo venden, en el mercado mayorista de Coche, en 3 millones de
bolívares. ¿A dónde vamos a llegar?”, expresó.
En las adyacencias de una panadería
en Los Cortijos de Lourdes había una cola de personas que aguardaban por
comprar pan. Elizabeth Larosa estaba a punto de ingresar al comercio
después de tres horas esperando. “Me siento vejada como ser humano al
hacer colas para comprar pan”, afirmó.
Larosa trabaja como señora de
mantenimiento. Tiene que llegar una hora antes al trabajo para adelantar
sus labores y poder salir a hacer la cola. “Lo que compro aquí no
alcanza para los seis miembros que somos en mi casa, pero al menos llevo
algo”.
En esa panadería han sacado pan, a un
precio de 10.000 bolívares, todos los días desde el 4 de enero en dos
turnos: uno a las 9:00 am y otro a las 2:00 pm. La encargada explicó que
cada mes les despachan 20 sacos, de los cuales 80% debe destinarse
puntualmente a la preparación de pan. “Porque si no nos penalizan”,
señaló.
Mercado desabastecido
El presidente de la Federación
Nacional de Trabajadores de la Industria de la Harina, Juan Crespo,
informó que actualmente hay fallas con insumos como levadura, azúcar,
sal, manteca y aceite, que se utilizan para la elaboración de productos
terminados. “Tampoco ha llegado el trigo suficiente para abastecer el
mercado nacional”.
Indicó que en diciembre la
distribución fue escasa porque los transportistas tomaron vacaciones.
“Además, en los molinos no había mucho inventario en diciembre y se
aprovechó para fumigar y hacer un mantenimiento preventivo a la
maquinaria y al molino”, dijo.
Esta semana fue cuando arrancó el
molino más grande del país, en Catia, y que procesa 30.000 kilos por
hora. Agregó que escasean severamente los sacos donde se embolsa la
harina y que se va notar pronto en el mercado.
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