La actividad comercial en la ciudad
fronteriza San Antonio, ubicada en el estado Táchira, ha mermado
considerablemente con el paso de los años. La Cámara del Comercio estima
que solo quedan 500 negocios de los 9.000 que había hace cinco años
entre la entidad y Ureña.Las personas deben hacer hasta tres
horas de colas a las afueras de las panaderías para poder adquirir pan;
sin embargo, la mayor parte del producto es enviado de contrabando hacia
La Parada en Cúcuta, reseñó La Opinión.
Por otro lado, algunos comerciantes
han combinado los productos que comercializan con otros rubros para
poder mantener sus locales abiertos. “Estos son los que aún abren a
diario”, dijo una vendedora de cigarrillos y chocolates que
anteriormente vendía carteras en un local de la zona.
La situación ha provocado la
reducción en la cantidad de empleados que hay en los comercios. Algunos
abastos del lugar solo tienen dulces y botellas de refresco y agua.
Lea más en La Opinión.
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