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lunes, 8 de febrero de 2021

Mientras la oposición lidia por condiciones electorales, las regiones tienen sus aspirantes

 


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Juan Guaidó consulta popular oposición
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Las elecciones regionales y municipales deben realizarse este año, según lo establece la Constitución. Maduro ya ha hablado al respecto, mientras la oposición mayoritaria busca consensos en los partido para definir su posición. Aunque todavía no se logran las condiciones para unas elecciones libres, en las regiones fluyen las aspiraciones personales de quienes coquetean con participar 

Sofía Nederr | Luisa Quintero



La vía electoral parece no cerrarse para toda la dirigencia política opositora. Luego del llamado de abstención a los comicios parlamentarios de diciembre 2020, cuestionados por la oposición mayoritaria y parte de la comunidad internacional, ahora se cierne en el escenario político venezolano la proximidad de las elecciones regionales y municipales, que constitucionalmente deberían hacerse este 2021.

Nicolás Maduro varias veces se ha referido a estos procesos. Primero señaló que las municipales podrían dejarse para el año que viene. Días más tarde rectificó y habló de celebrar las elecciones de forma conjunta, mientras que diputados como Timoteo Zambrano proponen unas “megaelecciones” este año.

La oposición mayoritaria aún no descarta medirse en las regionales de 2021. Aunque todavía no se logran las condiciones para unas elecciones libres, y se insiste en hacerse de algunas de ellas, en las regiones fluyen las aspiraciones personales de quienes coquetean con la participación.

«Los procesos sociopolíticos no son lineales. Si nos conviene participar, participaremos. Y si no nos conviene, no participaremos. Tenemos que lograr condiciones electorales para participar en las regionales. El derecho a aspirar no se le puede discutir a nadie”, aseveró Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática (AD), el 26 de enero.

El dirigente insistió en participar con la tarjeta de su partido, la misma que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) entregó en 2020 a una directiva ad hoc encabezada por Bernabé Gutiérrez. Mientras tanto, la directiva adeca de Ramos Allup recorre los estados y realizar actos políticos que generan suspicacias electorales.

“El partido con sus autoridades legítimas realiza sus ciclos de actividades con toda normalidad en cada seccional del país, se lleva el informe político y se reciben las opiniones de los compañeros, mantenemos el control de la organización bajo la conducción del compañero Henry Ramos”, esgrime Edgar Zambrano, vicepresidente nacional de AD, quien admite que uno de los temas abordados es el electoral.

Somos participacionistas por excelencia, no abstencionistas, lo que hace natural en la cultura del partido asistir a los eventos donde se disputan los cargos de elección popular. Por supuesto que hay aspiraciones que se administran con la prudencia correspondiente, estamos alineados con el discurso de las elecciones generales evaluando con absoluta responsabilidad el desarrollo de los eventos en curso”, señala Zambrano a TalCual.

El dirigente admite que, dentro de AD, hay aspiraciones personales “que se administran con la prudencia correspondiente. Estamos alineados con el discurso de las elecciones generales evaluando con absoluta responsabilidad el desarrollo de los eventos en curso”.

Oposición en la movida

Hasta el 3 de febrero, los plenos adecos, bajo la batuta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), se habían realizado en varios estados entre ellos Barinas, Carabobo, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Portuguesa, Táchira, Trujillo y Zulia. En estos actos han participado el gobernador de Anzoátegui, Antonio Barreto Sira, y el de Mérida, Ramón Guevara.

“Barinas demuestra que es una tierra de gente noble, humilde y honesta, en cada rincón de su geografía existen adecos dispuestos a luchar en unidad sin descanso por tener elecciones libres. En compañía de nuestro gobernador Ramón Guevara queda claro que aquí nadie se rinde”, expresó el secretario de organización de AD, Carlos Prosperi, a finales de enero.

Días antes, el 15 de enero, durante un acto en Clarines, el gobernador de Anzoátegui indicó: «Aquí hay partido, aquí estamos los orientales, dispuestos a poner el pecho y ser la vanguardia de este renacimiento de la democracia de la mano de este gran partido y de Ramos Allup”.

En 2020, cuando su gestión fue cuestionada por el gobernador Nicolás Maduro, el gobernador Barreto Sira lo conminó a medirse personalmente con él.

En Nueva Esparta, el gobernador Alfredo Díaz no ha dejado dudas sobre sus aspiraciones de medirse en las elecciones de este año. Fue así como el 23 de enero, Díaz, suscribió el llamado “Manifiesto de Pampatar” en el que exhortó a la “unidad superior” para conseguir la salida democrática del país.

“Propongo que organicemos elecciones primarias abiertas democráticamente a todos, para escoger y legitimar a los candidatos de la Unidad Superior que enfrentarán y derrotarán al despotismo que hoy levanta la voz”, planteó Díaz. Para muchos adecos, este gobernador se mueve dentro del ala partidista dirigida por Ramos Allup y también del sector que está con Bernabé Gutiérrez.

La gobernadora de Táchira, Laidy Gómez, por su parte, tampoco ha perdido tiempo con el objetivo de garantizar la continuidad de su gestión en ese estado, a través de recorrido por varios municipios.

Gómez se refiere públicamente a estas actividades como “las tareas electorales de 2021”, apoyadas por Acción Democrática. “Los líderes políticos no podemos dejar de participar, de organizarnos y tener estructuras sólidas con la sociedad”.

Además, ha dicho que antes de promover la realización de unas primarias “es necesario legitimar a los liderazgos para verdaderamente ratificar hacia dónde mira y en quién confía la población. Yo no tengo ningún temor de ir a unas primarias porque es la mejor manera de decirle al pueblo del Táchira que nos califiquen, y de ir en unidad ante el candidato que propongan el régimen”.

Los justicieros no se quedan

En Miranda, Carlos Ocariz (Primero Justicia), que perdió las elecciones de gobernadores de 2017, pasó enero recorriendo el estado. La gira, en principio, fue presentada en rechazo a los planes separatistas impulsados por un sector del gobierno de Maduro para dividir a la entidad.

“Esta lucha que estamos dando en la calle es también para exigir condiciones electorales justas para que los venezolanos puedan votar y elegir en elecciones libres”, sostuvo Ocariz, durante un recorrido por Guatire el 2 de febrero. Ese día, después del recorrido por La Horquilla, el dirigente inauguró el comedor “Granitos de esperanza”.

Ocariz, exalcalde del municipio Sucre, dijo que a Miranda y a Venezuela la van a defender en la calle. “Con el pueblo, no lograrán dividir a los venezolanos”, afirma.

Mientras que Juan Pablo Guanipa, coordinador estadal de PJ en Zulia, asegura que aún están en procesos de discusión. “Ahora, creo que no debemos perder de vista nuestros objetivos en todo lo que hagamos, y ese objetivo es la liberación de Venezuela, lograr que Maduro salga y lograr que tengamos elecciones presidenciales, parlamentarias, en todos los espacios, que sean libres, justas y verificables”.

Guanipa descarta las voces que aluden a un proceso de negociación como garantías para amarrar la participación de su partido o la oposición mayoritaria en las regionales. “Evidentemente la dictadura de Nicolás Maduro quiere regodearse en la negociación sin asumir ningún acuerdo y el daño profundo que le han hecho al país. Ahora, si me dicen que la presión que hemos ejercido es tan grande que ha afectado a la dictadura y ellos están dispuestos a llegar a un acuerdo, y dentro de ese acuerdo hay condiciones electorales y un cronograma que incluya presidenciales aunque no sea el primer evento, para mí eso está bien”, expresa.

«Pero si me dicen que vamos a ir a un proceso sin garantías porque estamos cansados -continuó Guanipa- eso no me parece bien”. Además, descartó aceptar el nombramiento de un nuevo CNE que salga de una decisión del parlamento que dirige actualmente Jorge Rodríguez, debido a que lo considera como una instancia írrita y sin reconocimiento.

“Para mí eso no tiene ningún valor, desconocemos esa farsa de Asamblea Nacional como desconocemos a Nicolás Maduro como presidente (…) Si tu desconoces esa farsa, no reconoces ninguna decisión de esa farsa. Esa posibilidad de elegir un CNE que sea la oficina electoral de la dictadura de Maduro no nos resuelve ningún problema”, asevera el dirigente justiciero.

Otro partido que tampoco tiene una posición firme sobre las venideras regionales es Voluntad Popular. Adriana Pichardo, diputada y dirigente nacional de esa organización, comenta que aún se encuentran en discusiones para fijar una posición pública, que probablemente se conozca antes de los carnavales.

Pichardo evita decir si hay consensos o no sobre alguna posición particular, pese a que VP ha sido uno de los principales impulsores dentro de la oposición de la tesis de no participar en procesos comiciales sin condiciones como un CNE imparcial, devolución de tarjetas a los partidos políticos intervenidos por el TSJ, y eliminar inhabilitaciones a candidatos opositores, entre otras.

En Zulia asumen el reto

Enrique Márquez, dirigente de Un Nuevo Tiempo (UNT), y quien anunció que fue diputado hasta el 4 de enero, señala que su partido no ha tomado ninguna decisión sobre participar o no porque aún no han sido convocadas las elecciones. Asegura que está en un proceso propositivo y defiende la necesidad de medirse en los comicios de 2021.

“En el Zulia hay gente muy valiosa que puede aspirar a posiciones. Lo que busco con mis afirmaciones es mover un poco la opinión pública alrededor de que se reconozca que la oposición tiene que hacer una evaluación detallada de lo que ha ocurrido hasta ahora, determinar si su estrategia y su política han sido exitosas. De no ser así, marcar los correctivos necesarios para garantizar el éxito que no es otro que el bienestar del país”, esgrime al ser consultado por TalCual.

Márquez añade que la estrategia de la oposición de los últimos años ha sido fallida. Puntualiza que “no fue una decisión feliz” abstenerse de participar en las elecciones parlamentarias, por cuanto se entregó el poder Legislativo a una mayoría oficialista que no tiene tal representatividad del país.

Sobre el anuncio de sus aspiraciones a la Gobernación del Zulia, el dirigente de UNT asegura que no está en precampaña ni hace recorridos por la entidad. Sin embargo, subraya que la destrucción de la región impone la unidad.

“El Zulia es mi estado y mi tierra y me da mucho dolor ver como está. Ha pasado por momentos gloriosos y debo reconocer gobernaciones como la del líder de mi partido, Manuel Rosales, que marcaron pauta en el Zulia y en el país. En mi caso, respetando a todo el que aspire y reconociendo el peso que cada uno tiene, yo estoy dispuesto a asumir el reto con mucho respeto y humildad, asumiendo que lo más importante después de esa decisión de participar es buscar la unidad del Zulia”, enfatiza Enrique Márquez.

El dirigente de UNT llama a enfrentar la ignominia y el ventajismo. Añade que la producción petrolera en su estado está por el suelo, al igual que la producción agropecuaria y los servicios públicos, además muestra preocupación por el desempleo y el cierre “de hecho” de la Universidad del Zulia (LUZ).

Asimismo, Márquez no desestima la búsqueda de condiciones electorales por parte de la oposición y el respaldo internacional, pero insiste en que no debe relegarse la lucha interna, de allí su llamado a la reorganización opositora. Además, defiende el retorno a la ruta del voto.

“La oposición no puede continuar por el camino de esperar que un gobierno totalitario negocie las condiciones de su rendición y de su salida, tenemos que ganar esas condiciones en la calle, luchando electoralmente. Ese tema de no participar si no hay condiciones, es relativamente nuevo porque desde 2006 hasta 2015 participamos en condiciones adversas”, puntualiza.

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